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Aves Terrestre Sin especificar

Tyto alba gracilirostris Nombre preferente:
Lechuza majorera
Ámbito:
Terrestre
    Identificador:
23788

Grupo Taxonómico

Aves

Estado legal y de conservación

CEEA: Vulnerable

EN

Estado UICN (España):  EN (En peligro)

Idioma Nombre
Castellano Lechuza majorera
Castellano Lechuza majorera
Atributo Descripcion Fuente
Distribución

Subespecie restringida a las islas e islotes orientales de Canarias, cuya distribución en el pasado también comprendía otras islas del archipiélago como La Gomera y Gran Canaria, en las cuales se ha hallado material subfósil (Alcover & Florit, 1989; Jaume et al., 1993). Considerada una especie cosmopolita, presenta una distribución muy amplia entre las latitudes 40 N y 40 S, extendiéndose por casi todas las regiones tropicales, subtropicales y templadas, aunque por lo general evita los desiertos y las masas forestales densas (Bunn et al., 1982; Mikkola, 1983). Tan dilatado rango ha propiciado la aparición de numerosas subespecies (35-36), muchas de éstas exclusivas de islas oceánicas, tal es el caso de T. a.

schmitzi (Madeira), T. a. detorta (Cabo Verde) y la que nos ocupa, en el Paleártico occidental (Cramp, 1985; Taylor, 1994).

Además, en el territorio español también está la subespecie nominal, la cual se distribuye por las Canarias centro-occidentales (Gran Canaria, Tenerife, La Gomera, El Hierro y probablemente La Palma (Siverio et al., 1999)), Baleares y la España peninsular donde, según Zuberogoitia & Campos (1999), se hibrida con T. a. guttata en el norte.

A falta de un estudio genético preciso, está aún por aclarar la posibilidad de que puedan convivir dos poblaciones subespecíficas de T. alba en las islas e islotes orientales de Canarias, así como la diferenciación de la población presente en las islas centro-occidentales con la continental.

Libro Rojo de las Aves de España. 2004
Hábitat

Población aparentemente sedentaria, con probables desplazamientos interinsulares (incluyendo islas e islotes), que además podría estar reclutando ejemplares migrantes de la subespecie típica. Dada la dificultad de distinguir ambas formas en vuelo, todas las aves que se avistan en la zona de distribución de T. a. gracilirostris se asignan automáticamente a este taxón canario.

Ello podría inducir a errores, sobre todo en islotes donde su presencia resulta esporádica, desconociéndose por la misma razón si existen desplazamientos erráticos a las islas centro-occidentales. La preferencia de T. a.

gracilirostris por hábitats naturales o seminaturales, al igual que ocurre con T. a. alba en el resto de Canarias (Concepción, 1992; Delgado et al., 1992; Martín & Lorenzo, 2001), contrasta con aquella más antropófila de las aves continentales (Mikkola, 1983).

En Lanzarote y Fuerteventura, su distribución espacial está condicionada a la existencia de grandes superficies llanas (jables y llanos terroso-pedregosos, entre otros), las cuales están casi siempre exentas de sitios idóneos para la cría. En estas islas, los requerimientos del hábitat parecen ser similares, usando diversos tipos de cavidades (grietas, pequeños tubos volcánicos, etc.) como nidos y/o dormideros, situadas en paredes de barrancos, escarpes costeros e interiores, laderas y cráteres de conos volcánicos, jameos, canteras, etc. (Concepción, 2000b; obs. pers.), lugares que a veces están muy próximos a carreteras con bastante tráfico nocturno.

Por lo general, la actividad depredatoria se desarrolla en ambientes antropizados, siendo Mus sp. la especie más capturada, tanto en Lanzarote (Concepción, 1992 y 2000b) como en Fuerteventura (Rando, 1993). Sobre la dieta en Alegranza, Tarentola angustimentalis juega un papel importante, superando en biomasa aportada incluso a Mus sp., único micromamífero del enclave, en el verano (Delgado, 1993).

En dicho islote, el hallazgo de varios Rattus sp., en una deposición vieja de egagrópilas (obs. pers.), si bien hace presuponer una población del múrido en el pasado, no excluye movimientos con fines cinegéticos hacia la vecina Lanzarote. Por último, varios análisis de egagrópilas procedentes de Montaña Clara y Alegranza revelan una cierta especialización en la captura de Hydrobates pelagicus (Delgado, 1993; Martín et al., 2002, etc.).

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Medidas de conservación

-Realizar un estudio específico en cada una de las islas e islotes, a fin de conocer con exactitud la distribución, el tamaño poblacional y, de forma preliminar, la problemática conservacionista de este taxón, lo que más tarde avalaría las medidas a tomar para garantizar su protección (1). -Estudio genético para dar validez o rechazar el tradicionalmente aceptado estatus taxonómico, así como para aclarar la posibilidad de dos poblaciones subespecíficas de T. alba en las islas e islotes orientales de Canarias (2). -Desechar las campañas de desratización a base de rodenticidas anticoagulantes "de segunda generación", para sustituirlas por aquellas con productos de bajo impacto ("primera generación") (2).

Cuando se disponga de la información adecuada sobre la distribución, estatus numérico y amenazas en Fuerteventura, además de revisar la situación en Lanzarote y sus islotes, es de esperar que el plan de acción conservacionista esté dirigido a factores de riesgo potencial similares a los detectados en Lanzarote. Por consiguiente, se cree necesario enumerar algunas de las actuaciones a realizar, propuestas por Concepción (2000b), en esta última isla (el orden va en función de las Amenazas): -Realizar un estudio sobre los puntos negros de mortandad en carreteras y determinar las medidas para corregir tal impacto. -Fomentar e incentivar la agricultura tradicional.

-Asegurar su protección mediante la declaración de nuevas ZEPA y Áreas de Sensibilidad Ecológica (ASE). -Aprobar el Planeamiento de los espacios naturales ya declarados para la especie. -Perseguir el uso de venenos y regular el de los plaguicidas en la agricultura.

-Eliminar las molestias existentes en alguno de sus nidos. -Eliminar la caza furtiva y el expolio de sus nidos. -.

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Presiones y amenazas

La carencia de un estudio concreto, en el que se haya efectuado un seguimiento de los factores que podrían afectar a esta especie, impide conocer la incidencia real de todas aquellas amenazas que, pese a existir algunas más o menos documentadas, se conceptúan por el momento como potenciales. La relación de amenazas y factores limitantes expuesta por Concepción (2000b), con algunas adiciones y/o modificaciones, se ha tenido en cuenta en el siguiente resumen. Mortandad en carreteras: Es probable que el atropello y/o colisión por vehículo sea una de las causas de mortalidad más importantes en Fuerteventura y Lanzarote. En esta última, según Concepción (2000b), se estima que entre 18 y 36 individuos murieron anualmente en el quinquenio 1982-1986, sobre todo en tramos de carreteras considerados muy críticos (Tías-San Bartolomé, Teguise-Famara, etc.).

El exiguo número de detecciones (3 cadáveres) en las carreteras del norte de Lanzarote a partir de 2000 podría estar relacionado con la baja mortandad actual, consecuencia directa de la regresión poblacional. Durante tres años (1998-2001) se han hallado 7 individuos atropellados en distintas carreteras de Fuerteventura, la mayoría muertos o irrecuperables. Abandono de la agricultura: Según Concepción (1992 y 2000b), el fuerte retroceso de la agricultura en Lanzarote, sobre todo en los cultivos de cereales y leguminosas, ha traído consigo la merma de la población de Mus sp.

y, consecuentemente, la de la rapaz que nos ocupa, por constituir el múrido su principal fuente de alimento. En el caso de Fuerteventura, la superficie agrícola ha quedado reducida en la última década a porcentajes casi anecdóticos (el 0,14%), a lo que se une una prolongada sequía. Destrucción del hábitat: La destrucción del hábitat (Martín et al., 1990) mediante roturaciones, extracciones de áridos, construcciones humanas, etc.

(Concepción, 2000b; obs. pers.), en consonancia con el acelerado desarrollo turístico de estas islas, podría suponer un serio factor de amenaza. Venenos: Aunque se puede intuir, la repercusión que tienen los venenos en las lechuzas canarias es completamente desconocida. En zonas de Lanzarote, en especial aquellas donde la agricultura se ha mantenido, la actual escasez de la especie no sólo podría estar asociada a la disminución de presas (Mus sp. y Crocidura canariensis) por los pesticidas, sino también por envenenamientos secundarios (Concepción, 2000b).

Los venenos utilizados en Fuerteventura contra rapaces y córvidos son habitualmente pesticidas agrícolas organofosforados (Aldicarb, Carbamatos, etc.) al alcance de la comunidad rural. La estricnina, prohibida desde 1984, es todavía empleada, debido, quizás, a la existencia de 'stocks' en poder de antiguos alimañeros. El uso indiscriminado de rodenticidas podría tener consecuencias fatales en una población que, a priori, aparenta ser reducida.

En la actualidad se emplean de forma generalizada los llamados rodenticidas anticoagulantes 'de segunda generación', a base de compuestos como Brodifacoum, entre otros. En una campaña, financiada por el Cabildo Insular de Fuerteventura en el año 2000, se distribuyeron más de 1.500 kg de rodenticidas basados en dicho compuesto (marca Racumin, de Bayer), con el fin de combatir las ratas y ratones en los corrales de ganado. El riesgo que esto supone para las aves -que consumen los múridos envenenados- es bien conocido, no sólo en experimentos de laboratorio sino también en poblaciones silvestres (v. p. ej. Merson et al., 1984; Taylor et al., 1989).

Sin embargo, resulta muy complicado determinar si la muerte de un ave es producida por este tipo de compuestos, dado que son difícilmente detectables al poco tiempo de morir el animal. Molestias: Las actividades deportivas como la escalada y la espeleología, en determinados lugares de Lanzarote (jameos y tubos volcánicos de La Corona, barranco de Tenegüime, costa de Ajaches, etc.), han podido ser la causa de la pérdida de polladas y el abandono definitivo de parejas reproductoras (Concepción, 2000b). Además, en Fuerteventura se han visto claros indicios de expolio de nidos (R. Barone, com. pers.; obs. pers.).

Se advierte que la inspección diurna de nidos, sobre todo de aquellos con huevos y/o pollos muy pequeños, podría hacer malograr los mismos, dado que los adultos, una vez espantados, tienden a refugiarse y -aunque haya pasado el peligro- por lo general no retornan hasta el anochecer. Caza ilegal: Para Lanzarote, Concepción (2000b) estima la muerte de 10-15 individuos por temporada de caza durante 1985-1990, basándose en encuestas y observaciones personales. Estos valores parecen excesivos dado el hábito nocturno de la rapaz y, sobre todo por el día, las pocas opciones de espantarla fortuitamente.

En Fuerteventura se sospecha que la actividad cinegética tenga incidencia, aunque hasta el momento sólo conocemos el dato de una pareja cazada en La Ampuyenta. Colisión con tendidos eléctricos: En Fuerteventura (1.660 km2), en un estudio preliminar, se recorrió una pequeña parte del tendido (45,3 km) para comprobar la mortalidad de aves y no aparecieron lechuzas (Lorenzo, 1995). Sin embargo, en un estudio similar efectuado en Lanzarote (846 km2), donde se inspeccionaron 104,5 km, se hallaron 3 individuos muertos por colisión, lo que representó el 1,8% del total de las especies contabilizadas (Lorenzo et al., 1998).

Por esa misma causa de muerte, Concepción (2000b) calcula para la última isla unos 10-15 individuos por año, aunque sin especificar la fiabilidad de la estima. Interacciones con otras especies: No se conoce ningún caso claro de depredación sobre este endemismo. De los 6 individuos muertos encontrados en Alegranza en los últimos años (A. Martín, com. pers.; obs. pers.), 2 correspondían a pollos, de unos 55 días, picoteados supuestamente por Corvus corax.

En un nido de Neophron percnopterus en Alegranza, y en otro de Buteo buteo en Fuerteventura, se han visto los restos de sendos individuos, aunque se sospecha que en ambas ocasiones fueron aportados como carroña.

Libro Rojo de las Aves de España. 2004
Autoridad Aplicación Conservación
UICN EN (En peligro) España
  • - Lista patrón de las especies silvestres presentes en España
  • - Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y Catálogo español de especies amenazadas (RD 139/2011)
  • - Libro Rojo de las Aves de España. 2004
  • - Catálogo Canario de Especies Protegidas
  • - Áreas prioritarias de reproducción, alimentación, dispersión y concentración de las especies amenazadas de la avifauna de Canarias.
									
Estado legal Catálogos Norma Población
CEEA: Vulnerable Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y Catálogo español de especies amenazadas (RD 139/2011) Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas. BOE 46, de 23 de febrero de 2011
La Gomera: Vulnerable Catálogo Canario de Especies Protegidas Ley 4/2010, de 4 de junio, del Catálogo Canario de Especies Protegidas. BOC 112, de 9 de Junio de 2010
Gran Canaria: Vulnerable Catálogo Canario de Especies Protegidas Ley 4/2010, de 4 de junio, del Catálogo Canario de Especies Protegidas. BOC 112, de 9 de Junio de 2010
Fuerteventura: Vulnerable Catálogo Canario de Especies Protegidas Ley 4/2010, de 4 de junio, del Catálogo Canario de Especies Protegidas. BOC 112, de 9 de Junio de 2010
Lanzarote: Vulnerable Catálogo Canario de Especies Protegidas Ley 4/2010, de 4 de junio, del Catálogo Canario de Especies Protegidas. BOC 112, de 9 de Junio de 2010