Pipistrellus nathusii (Keyserling & Blasius, 1839) Nombre preferente:

Murciélago de Nathusius

Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

11814

Las hembras maduran en su primer año de vida y los machos en el segundo. La época de apareamiento se produce en la segunda mitad del verano. Los territorios de reproducción son ocupados en abril y mayo. Una colonia localizada en Irlanda contenía 150 individuos, aunque se conocen colonias de hasta 200 hembras.

Las crías, normalmente dos, nacen en la segunda mitad de julio y vuelan a las cuatro semanas. La longevidad máxima conocida es de siete años.

Fundamentalmente habita zonas forestales y parques. En otros países europeos parece ocupar el mismo tipo de refugios a lo largo del año: agujeros o grietas de árboles, cajas artificiales y rendijas de edificaciones o muros. En España ha sido capturado desde casi el nivel del mar en las costas cantábrica y mediterránea hasta los 909 m en Madrid. Parece ser más frecuente en zonas bajas, aunque ha sido citado a 2.200 m en los Alpes.

Caza al vuelo, generalmente siguiendo senderos, caminos o lindes de bosque. A veces también sobre el agua. Se alimenta de pequeños insectos voladores, principalmente quironómidos no picadores.

Desconocido, solo 7 individuos.

La preservación de bosques maduros, sobre todo bosques de ribera, representa una de las medidas de conservación más interesantes para este murciélago. Asimismo en España se ha observado su dependencia de humedales y por tanto su conservación es igualmente necesaria. La reducción en el uso de funguicidas e insecticidas también puede ser clave para que se establezcan nuevas poblaciones. Las cajas nido para murciélagos colgadas en árboles del Parque Natural del Delta del Ebro se han mostrado muy efectivas para la conservación de la especie (Flaquer et al., 2005).

Su mayor amenaza es la falta de bosques con árboles maduros con huecos que sirvan de refugio, sobre todo en ambientes riparios o cercanos a humedales. El abuso de insecticidas en ambientes forestales y en humedales es otra de las amenazas a las cuales se enfrenta la especie.

Durante la época de apareamiento los machos son territoriales, defienden un refugio y su entorno más inmediato emitiendo llamadas sociales para atraer a las hembras. Se ha constatado numerosos desplazamientos de más de 1.000 km en individuos marcados en Holanda. El desplazamiento más largo observado fue de 1.905 km.

Su difícil identificación, tanto en mano como mediante el estudio de registros de ultrasonidos, es responsable que algunas de sus citas hayan sido consideradas como dudosas, diferenciándose citas recientes de antiguas (Rodríguez-Muñoz et al., 1993-94; Aihartza 2004). A partir de las observaciones más recientes, actualmente se considera presente en zonas costeras del Cantábrico y este peninsular (Rodríguez-Muñoz et al., 1994; Aihartza et al., 1997; Flaquer et al., 2004; Lisón et al., 2005). La población actual conocida en España no llega a los 100 individuos, la mayor parte de los cuales forman parte de una colonia situada en el Delta del Ebro. En ella, los machos se encuentran presentes todo el año, mientras que las hembras aparecen durante la época de apareamiento e invernada (Flaquer et al., 2004).

El número de individuos presentes en cajas nido en el Delta del Ebro entre los años 2002 a 2006 se ha mantenido estable. Contrariamente a lo esperado por su conocido carácter forestal en Europa (Bogdanowicz, 1999), en España tan sólo algunos individuos han sido hallados en este tipo de ambientes (Lisón et al., 2005) habiéndose encontrado en mayor número en zonas húmedas con escasas formaciones boscosas (Rodríguez-Muñoz et al., 1993-94; Flaquer et al., 2005). Mediante radioseguimiento se ha podido demostrar que críe en la Península Ibérica.

Durante el seguimiento realizado en el Delta del Ebro las hembras aparecen en octubre y desaparecen en mayo, lo que probablemente sea debido al carácter eminentemente migrador de la especie por el cual las hembras cada año vuelven a zonas de cría del este de Europa (Flaquer et al., 2005).

Propuestas: - Conservación de masas arbóreas maduras, con abundancia de huecos naturales en los viejos árboles. - Control del uso de biocidas en bosques y zonas agrícolas. - Control de los tratamientos contra xilófagos en edificios que alberguen colonias de murciélagos. - Se debería hacer un esfuerzo por confirmar la presencia de esta especie en España, intensificando las prospecciones de las zonas potencialmente idóneas para la especie.