Populus alba L. Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

7290

Se localiza desde el centro y sur de Europa al oeste de Siberia y Asia central, llegando hasta el Himalaya, también está presente en el norte de África. Se encuentra en toda la Península Ibérica, pero no se considera natural en la Cornisa Cantábrica, en la Galicia más húmeda y en Baleares. Su cultivo desde antiguo hace difícil deslindar su área como planta espontánea (Soriano, 1993).

Su estación son los lugares frescos y húmedos de los valles, con preferencia por los terrenos ricos y depósitos fértiles. Evita los suelos silíceos y calcáreos secos, pero tolera los arcillosos o incluso los arcillosos calcáreos. Su presencia ligada a los cursos de agua permite que pueda desarrollarse en climas relativamente secos, con precipitaciones de hasta 350 mm e, incluso, 220 mm (Ruiz de la Torre, 2006) y periodos de sequía de hasta 5 meses (Alía et al., 2009). Tolera bien las altas temperaturas (18 ºC de temperatura media anual y máximas de 50 ºC), soportando períodos de heladas de dos meses y temperaturas mínimas de -15 ºC.

En España puede alcanzar los 1.100 m (Ruiz de la Torre, 2006; Alía et al., 2009). Como especie pionera, no es tolerante a la sombra. Está bien adaptada a condiciones de estrés, en particular sequía y salinidad, y también a algunos contaminantes del suelo. El álamo blanco forma sotos o bosquetes, presentándose también como árboles aislados.

Se asocia con especies de temperamento similar como Alnus glutinosa, Celtis australis, Fraxinus angustifolia, P. nigra, Salix alba, Tamarix africana, T. gallica y Ulmus minor.

Los chopos, como se denomina de manera genérica a las especies del género Populus, han sido descritos de forma general como especies dioicas y con polinización y dispersión de semillas por el viento. Lo habitual en el álamo blanco es que a los seis años ya sea fértil, pero limitado a unos pocos amentos y a la facultad germinativa de sus semillas; el óptimo se ha estimado a los 10-12 años. En las poblaciones naturales de álamo blanco hay predominio de plantas masculinas, aunque la proporción entre pies femeninos y masculinos es variable según poblaciones. En algunos rodales de esta especie también se presentan individuos hermafroditas y con diferente nivel de hermafroditismo y en distinta proporción (Alba et al., 2008).

Como en el resto de Populus, las yemas reproductivas son simples y la iniciación floral tiene lugar en las yemas axilares en los brotes del año anterior. Los ápices reproductivos se determinan a mediados de junio y el desarrollo de las yemas florales continúa durante septiembre, de modo que las anteras y los óvulos están desarrollados antes de la parada vegetativa (OCDE, 2001); en invierno estas yemas florales se presentan como un pequeño ápice con una escama. Aunque varía entre zonas, la época de floración de los amentosmasculinos se inicia a finales del mes de enero y mediados de febrero, solapándose con la apertura de las flores femeninas para asegurar que el polen pueda fecundar las primeras flores receptivas, pudiendo durar hasta abril.

La polinización es anemófila y puede extenderse durante dos o tres semanas. El polen germina en las primeras horas después de la polinización, que se completa en dos semanas. Los amentos pueden llegar a tener algunas decenas de cápsulas de forma oblonga-cónica y lampiñas, que a su vez contienen de 10 a 30 semillas.

Éstas, de consistencia blanda, oblongo-piriformes y de color blanco, son pequeñas y ligeras, están envueltas en un algodón sedoso que les permite ser transportadas por el viento a considerable distancia, lo que facilita el proceso de diseminación natural y de colonización. La producción de semilla es anual, aunque pueden alternarse cosechas abundantes cada 3 ó 5 años (Screiner, 1974). El proceso de desarrollo de las semillas es rápido, entre marzo y junio, y está determinado por la suma de las temperaturas diarias, siendo bastante uniforme dentro de las zonas ecotípicas (OCDE, 2001).

Poco tiempo después de la diseminación, normalmente a las 24 horas, se produce la germinación, que es epigea. En España es más fácil y frecuente observar la presencia de plantitas procedentes de reproducción vegetativa que un regenerado a partir de semillas, prácticamente inexistente en los rodales naturales estudiados. La reproducción natural vegetativa se puede producir a partir de brotes de cepa o de raíz, o por brotación directa de árboles caídos por las grandes avenidas.

Este tipo de reproducción va conformando una alta estructuración clonal en las poblaciones, como lo han constatado estudios a nivel local y regional. En el caso de poblaciones con un fuerte impacto humano, los clones pueden llegar a estar presentes a lo largo de varios kilómetros de ribera (Macaya et al., 2008; Santos de Blanco, 2009).