Los Islotes ESPACIOS PROTEGIDOS RED NATURA 2000 Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
Ámbito geográfico | Ámbito | Año de declaración | Superficie oficial |
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Canarias
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Terrestre | 1996 | 138,29 ha |
Descripción
Conjunto de islotes formado por montaña Clara (256 m s.n.m.), el roque del Infierno (41 m s.n.m.) y el roque del Este (84 m s.n.m.). Son el resultado de emisiones freatomagmáticas aisladas que originaron edificios volcánicos emergidos sobre una plataforma poco profunda. Los materiales constituyentes pertenecen en su mayor parte a la serie volcánica III. Mientras el roque del infierno se formó merced a un proceso eruptivo reciente, el roque del Este es mucho más antiguo, por lo que se muestra muy erosionado.
Los islotes están colonizados por una vegetación xérica acorde con la aridez del clima, donde las aulagas y barrillas constituyen las especies dominantes junto con los tabaibales.
Además, la proximidad de la costa permite la proliferación de plantas halófilas.
La avifauna constituye uno de los principales recursos biológicos de los islotes, al albergar una amplia muestra de especies amenazadas, algunas de las cuales tienen aquí sus últimos refugios en Canarias. Sobresalen el petrel de Bulwer (Bulweria bulwerii), la pardela chica (Puffinus assimilis), los paiños común (Hydrobates pelagicus), pechialbo (Pelagodroma marina) y de Madeira (Oceanodroma castro), el águila pescadora (Pandion haliaetus), el guirre (Neophron percnopterus) y los halcones peregríno (Falco peregrinoides) y de Eleonor (Falco eleonorae). De muchas de estas especies sólo subsiste un contadísimo número de parejas, por lo que poseen un excepcional valor conservacionista.
Este espacio ha sido testigo también de la extinción de una de las aves más significativas que habitaron de forma exclusiva el archipiélago, el ostrero unicolor (Haematopus meadewaldoi).
Parte de esta riqueza está siendo amenazada por la presencia de especies introducidas en determinados islotes (cabras, gatos, ratones), que ocasionan severos daños a los huevos y crías de algunas aves. Se hace necesario la adopción de medidas tendentes a la erradicación de dichos elementos exóticos.
Los islotes están deshabitados, pero es frecuente la visita de pescadores u otro tipo de visitantes que en algunas épocas han ocasionado auténticas masacres entre las poblaciones de pardelas (Calonectris diomedea) de montaña Clara..