Myrmoxenus bernardi (Espadaler, 1982) Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

10833

Endémica de la Península Ibérica, con anterioridad a este trabajo solamente se conocía de la localidad tipo en la Sierra de Gredos (Espadaler, 1982; Tinaut et al., 2005). En la actualidad su distribución se ha ampliado a la Sierra de Albarracín (Teruel) (Espadaler, com. pers. 2009).

La biología de esta especie ha sido estudiada en detalle por buschinger (1995). Sus nidos suelen encontrarse entre las lajas de las rocas o también bajo las piedras en el suelo. El número de obreras es muy bajo y variable, habiéndose registrado un máximo de 24 obreras en un nido. El número de sexuados se sitúa entre 15 o 20 individuos.

Esta especie tiene un comportamiento singular ya que los sexuados aparecen en agosto y copulan en el interior del nido. Las hembras copuladas permanecen en su interior, incluso durante el invierno, saliendo de él a la siguiente primavera para fundar el nuevo hormiguero, en el cual matará a la hembra de T. gredosi, aunque en algunos casos esto no es tan evidente (Espadaler, 1982).

No parece que esta especie realice obligatoriamente asaltos a otros hormigueros, entre otras cosas porque el número de obreras de la especie parásita suele ser lo suficientemente bajo como para poder organizar raids (buschinger, 1989, 1995).

Esta especies es parásita de Temnothorax gredosi (Espadaler y Collingwood, 1982), sin embargo su distribución no se corresponde exactamente con el area de distribución de la especie hospeadora sino que está mucho más restringida. La especie hospedadora suele encontrarse en bosques de Pinus, tanto P. sylvestris, como P. nigra, pero también se encuentra en prados de montaña (Cueva Secreta en Sierra Nevada, Granada).

La especie parásita, sin embargo y hasta el momento, se ha encontrado únicamente en los bosques de Pinus sylvestris y P. nigra. Estas especies parásitas en general son difíciles de localizar ya que suelen tener un número bajo de individuos.

Espadaler y Restrepo (1983) señalan que de 250 nidos censados en Gredos de T. gredosi, sólo 4 estaban ocupados por la especie parásita. Pero no todas las poblaciones parecen tener esa baja densidad ya que en nuestro caso de cinco nidos censados en otra localidad de la Sierra de Gredos, uno albergaba a la especie parásita.

Sin duda el azar juega un papel muy importante para este tipo de especies. Los censos efectuados en el caso de las poblaciones de Sierra Nevada y de la Sierra de baza permiten albergar una cierta certeza de que con mucha probabilidad no exista en estas localidades.

Como ya se ha indicado, estas especies parásitas tienen una distribución restringida y muy fragmentada, lo que se cumple para esta especie y con un número de nidos en principio muy bajo y además con un número muy bajo de obreras (menos de 25). No hay datos suficientes para saber si estas poblaciones se encuentran o no en regresión.

Medidas Existentes En el caso de las poblaciones de la Sierra de Gredos, los nidos conocidos se encuentran en el interior del territorio del Parque Natural. Medidas Propuestas Mantenimiento de las masas arbóreas y creación de microreservas en las poblaciones conocidas.

Estas especies suelen ser muy sensibles a cambios microclimáticos, además por su interés biológico es muy buscada por diferentes grupos de investigación y por tanto sería importante que se regulara su captura. Al parecer, tanto la especie parásita como la hospedadora, tienen predilección por los bosques de coníferas, por tanto cualquier actuación que implique la desaparición de estas masas arbóreas afectaría directamente a esta especie y seguramente a la hospedadora. Dado el pequeño número de poblaciones conocidas (dos) y lo fragmentado de su área de distribución consideramos que debería considerarse como una especie en peligro. El hecho de que, al menos una de las poblaciones se encuentre en un Parque Nacional (Sierra de Gredos), permite albergar unas buenas expectativas para la conservación de esta población.