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Plantas vasculares Terrestre Nativa

Quercus faginea Lam. Ámbito:
Terrestre
    Origen:
Nativa
    Identificador:
7479

Grupo Taxonómico

Plantas vasculares

Taxonomía

  • Autor: Lam.
  • Reino: Plantae
  • División o Filo: Tracheophyta
  • Clase: Magnoliopsida
  • Orden: Fagales
  • Familia: Fagaceae
  • Género: Quercus
Quercus faginea Lam.

Estado legal y de conservación

LC

Estado UICN (Mundial):  LC (Preocupación menor)

Descripción

Quercus faginea es un árbol caducifolio de hasta 20 m de altura, pero puede verse reducido a un arbusto según la degradación del suelo y la acción humana a la que se vea sometido. En general, el tronco es derecho, con la corteza rugosa, de poco espesor y de color grisáceo o pardo-grisáceo, con numerosas grietas poco profundas en los ejemplares de edad. Las ramillas son pardo rojizas o grisáceas, cubiertas de tricomas que se pierden al formarse la corteza. Tiene una copa redondeada ovoide o alargada, con follaje no muy denso, de aspecto menos compacto y más claro que el de la encina (López González, 2001). Las yemas son tomentosas, de 3-5 mm de longitud. Las hojas son simples, alternas, con estípulas largas y estrechas, que se caen con facilidad. Aunque son muy variables en tamaño y forma, las hojas tienen entre 3-14 cm de longitud (incluso menores en los rebrotes) y 1,5-8 cm de anchura. La lámina es coriácea, pero mucho menos que la de las quercíneas perennifolias, con forma oblonga, aovada, obovada o elíptica, de margen desde dentado a lobulado, muy rara vez dentado punzantes; los lóbulos son poco profundos. Las hojas son también muy variables en indumento; por lo general, están cubiertas de pelos estrellados al nacer que se pierden posteriormente en el haz, haciéndose las hojas verdes y lustrosas. Por el envés son de color ceniciento o verde pálido, con una cubierta fina y densa de pelos estrellados y simples que conservan de adultas. Tienen un pecíolo bien desarrollado de 0,5-2 cm. Las hojas son caducas de tipo marcescente, que se mantienen mucho tiempo marchitas sobre la planta y a menudo verdes durante todo el invierno en las plántulas de ejemplares jóvenes y rebrotes (López González, 2001). En relación con sus hojas, las características más constantes se presentan en las hojas nacidas en primavera. Las nacidas en siguientes brotaciones, en el verano, y de los rebrotes del tronco son siempre más estrechas y más agudamente dentadas que las nacidas en primavera. Las hojas de las plantas jóvenes y de los rebrotes del tronco presentan siempre un tomento ralo. Las hojas de las plantas que habitan en medios secos y suelos pobres son pequeñas, más coriáceas, menos tomentosas y se corresponden con plantas arbustivas o mal desarrolladas, mientras que las de las plantas de zonas húmedas y frescas son mayores, menos coriáceas y más densamente tomentosas, correspondiendo a individuos mejor desarrollados (Rosúa et al., 2001). El quejigo es muy polimórfico, lo que ha llevado a diferentes tratamientos taxonómicos basados en caracteres morfológicos. Amaral Franco (1990) reconoce dos subespecies: el taxón tipo Q. faginea subsp. faginea y Q. faginea subsp. broteroi (Coutinho) A. Camus, con una ecología y distribución distintas, aunque en zonas de transición entre ambas aparecen individuos con caracteres intermedios. La subespecie Q. faginea subsp. faginea tiene hojas más pequeñas, entre 3-6(9) cm de longitud y 1,5-4 (5) cm de anchura con borde dentado-aserrado. El tomento del envés es generalmente ralo y los radios de los pelos son cortos (125-155 μm). La subespecie Q. faginea subsp. broteroi podría ser confundida con Q. canariensis, ya que tiene las hojas más grandes (5-15 × 2,5-9 cm) que el anterior taxón, con borde crenado o lobulado-dentado y tomento denso por el envés y los radios de los pelos largos (175-200 µm). Se diferencia de Q. canariensis por la forma de las hojas y el color del tomento; en Q. canariensis las hojas son más bien obovadas y el tomento, que cambia de blanco a rojizo a los pocos días de vida de la hoja, se desprende con facilidad. La nomenclatura taxonómica actual del roble pubescente ha establecido la prioridad de Q. humilis frente a la anterior denominación de Q. pubescens (Amaral Franco, 1990). El roble pubescente muestra una enorme tendencia a hibridarse con otros congéneres, lo que hace difícil reconocer, en determinadas regiones, sus rasgos morfológicos más típicos. Es un árbol mediano, inerme, de hasta 20-25 m de altura, corrientemente 10- 15 m, y muchas veces un arbusto. Su sistema radical es potente, con muchas raíces secundarias extendidas en sentido horizontal. El tronco es generalmente flexuoso y aún tortuoso, de corteza no muy gruesa ni corchosa, pardo-grisácea al principio y negruzca y resquebrajada posteriormente, con grietas longitudinales y transversales. Presenta una copa irregular, extendida, globosa y lobulada en porte específico, mucho más reducida en masa, no siendo en ningún caso excesivamente densa. La ramificación es sinuosa, con ramas acodadas y ramillos densamente pubescentes (Ruiz de la Torre, 2006). Las yemas son oviformes, angulosas, obtusas o subagudas, con escamas pardo-grisáceas, tomentosas en el dorso. Las hojas son simples, alternas, marcescentes, subpersistentes o tardíamente caedizas. El pecíolo mide de 5-12 mm y el limbo es mediano o pequeño, de 5-12 × 3-6 cm, membranoso, blando o más o menos rígido, presentando gran variedad de formas, con 5-8 lóbulos. Las hojas son densamente tomentosas en las dos caras al desarrollarse; el haz se depila pronto, quedando una pubescencia estrellada más o menos abundante, a veces ausente, que le comunica un color verde sucio, persistiendo en el envés un tomento grisáceo. La nerviación secundaria es muy destacada, compuesta de 5-8 pares de nervios (Ruiz de la Torre, 2006). Debido a su gran polimorfismo, diferentes autores distinguen distintas subespecies en su rango de distribución. En España, Ruiz de la Torre (2006) considera la siguiente división: Q. humilis subsp. pubescens, de hojas grandes, blandas, con tomento blanquecino en el envés; y Q. humilis subsp. palensis (Polas.) O. Schwarz, de hoja más pequeña, coriácea, con tomento en el envés gris-parduzco. Por otra parte, Q. humilis va siempre acompañado por poblaciones híbridas originadas por el contacto o la mezcla con diversos congéneres, particularmente Q. faginea.

FUENTE: Producción y manejo de semillas y plantas forestales

Idioma Nombre
Castellano Roble
Castellano Quejigo fagínea
Castellano Chaparro
Castellano Agalla
Castellano Bailarotas
Castellano Bellotas
Castellano Caixigo
Castellano Cajigo
Castellano Chivillos torillo
Castellano Chivo
Castellano Gállaras
Castellano Queixigo
Castellano Quejiga
Castellano Quéjigo
Castellano Quejigo roble
Castellano Quejio
Castellano Quejío
Castellano Raure
Castellano Roble carbayu
Castellano Roble encina
Castellano Roble gordo
Castellano Roble tejido
Castellano Robre
Altoaragonés Cachigo
Altoaragonés Caixico
Altoaragonés Cajíco
Altoaragonés Caxigo
Altoaragonés Quejico
Altoaragonés Quejigo
Valenciano Carrasca
Valenciano Roure
Atributo Descripcion Fuente
Distribución

Quercus faginea tiene una distribución exclusiva en el Mediterráneo occidental, al limitarse su presencia a España, Portugal y Norte de África. (Amaral Franco, 1990).

Producción y manejo de semillas y plantas forestales
Hábitat

El quejigo habita en ambientes muy variados. Es menos tolerante a la sequía estival que la encina (Vilagrosa et al., 2012) y tiende a desarrollarse sobre suelos profundos, con buena capacidad de retención de agua. Puede soportar encharcamientos temporales. Rara vez desciende por debajo de los 200 m de altitud y en el sur sube hasta los 1.900 m.

Es indiferente edáfico, pero parece desarrollarse mejor sobre suelos ricos en bases. Las mejores masas se encuentran sobre suelos calizos, pero también en arcillas, margas, yesos, arenas, areniscas o conglomerados, aunque raramente sobre dolomías. En sustratos silíceos se localiza sobre pizarras, cuarcitas, granitos, esquistos, arenas silíceas y rañas, pero normalmente no son muy abundantes las masas puras.

Soporta mínimas invernales de hasta –12 ºC, con medias del mes de enero entre –3 y 8 ºC, y del mes más cálido entre 15 y 26 ºC. Las poblaciones de quejigo se asientan en zonas cuya precipitación anual oscila entre 300 y 2.000 mm, aunque es más común que se encuentren entre 500- 900 mm. La precipitación estival puede ser desde prácticamente nula hasta de más de 150 mm.

Las necesidades de agua en verano pueden cubrirse si el suelo tiene buena capacidad de retención de agua. La subespecie broteroi tiene preferencia por los sustratos ácidos y es más mesófila, aguanta menos el frío y la sequía, por lo que requiere inviernos suaves, no apareciendo en regiones de fuertes contrastes térmicos. La subespecie faginea es de temperamento más rústico y soporta mejor la continentalidad, como ocurre en las parameras del Sistema Ibérico y de la cuenca del Duero, y la sequía, apareciendo en áreas de precipitación escasa (hasta 300 mm anuales) pero con suelos profundos y bien desarrollados, como en las Mesetas o el Sistema Ibérico, en cuyo caso requiere inviernos largos y un corto período vegetativo. Esta especie suele presentarse con mayor frecuencia en mezcla con otros robles que en manchas puras.

Su amplitud térmica y edáfica le permiten aparecer en contacto con bosques de variada ecología, integrados por Q. robur, Q. petraea, Q.

faginea, Q. pyrenaica, Q. ilex subsp.

ilex y Q. ilex subsp. ballota, Q.

suber, Pinus sylvestris, P. nigra, Tilia platyphyllos, Acer opalus, A. campestre, A.

monspessulanum y Castanea sativa, llegando incluso a convivir con Fagus sylvatica en zonas altas, lluviosas y frías. Es, por tanto, difícil generalizar sus acompañantes típicos, así como asociar una flora característica de sus bosques (Blanco et al., 1997). Coloniza pinares de P.

sylvestris (sobre todo de la subsp. pyrenaica) y formaciones de matorral mixto variadas. Algunas extensiones de su área natural se han repoblado con P. nigra subsp.

nigra. En general sus formaciones son claras, por lo poco tupido de su copa.

Producción y manejo de semillas y plantas forestales
Reproducción

Ambas especies son monoicas, con flores unisexuales, poco vistosas. Las flores masculinas tienen (4)6(10) estambres, que se sustentan sobre un perianto poco vistoso de lóbulos vellosos; se agrupan en amentos laxifloros, colgantes, de raquis hirsuto. Las flores femeninas presentan un estilo corto y perianto subacampanado; están rodeadas por un involucro formado por numerosas escamas, que posteriormente dará lugar a la cúpula. Se presentan solitarias o agrupadas en las axilas de las hojas.

La polinización es anemófila y la floración coincide con la brotación primaveral. Los frutos son aquenios, denominados comúnmente bellotas, con pedúnculo rígido y tomentoso. En el quejigo, los amentos masculinos miden 2-7,5 cm de longitud.

Sus flores femeninas presentan el estilo erecto y un estigma espatulado y bruscamente reflejo (Amaral Franco, 1990). La floración suele ocurrir entre marzo y abril, dependiendo de las localidades (Castro-Díez y Montserrat-Martí, 1998). Cuando coexisten, la brotación es anterior a la de la encina y a la del melojo.

Las bellotas son sésiles o nacen sobre pedúnculos de hasta 25 mm, miden 1,5-3,5 cm de longitud y presentan cúpulas de escamas aovadas, triangulares, aplicadas, tomentosas, que cubren a la bellota de un tercio a un quinto, algo prominentes en el dorso. El roble pubescente presenta los amentos masculinos de 2,5-10 cm de longitud. Sus flores femeninas tienen los estilos claviformes y los estigmas espatulado-cuneados, libres y arqueado-divergentes (Amaral Franco, 1990); son solitarias o subsolitarias.

Esta especie florece en abril-mayo. Las bellotas presentan pedúnculos gruesos, de hasta 10 mm de longitud. La cúpula mide hasta 15 × 14 mm, con escamas lanceoladas, aplicadas, cubiertas de pubescencia grisácea, densa.

Las bellotas jóvenes del roble pubescente son algo pruinosas, a la madurez estriadas longitudinalmente, y miden de 10-35 × 8-15 mm (Ruiz de la Torre, 2006). En ambas especies, las bellotas maduran en septiembre u octubre del mismo año que la floración, antes que lo hagan las de la encina. En el caso de Q.

faginea las temperaturas inferiores a -6,9 ºC dañan severamente las bellotas y su resistencia a las heladas es inferior a la de la coscoja y la encina (Esteso y Gil Pelegrín, 2004). Al igual que las demás quercíneas, son especies veceras. Los depredadores más comunes de las bellotas de estas dos especies son el arrendajo (Garrulus glandarius), los ratones (Apodemus sylvaticus, Mus spretus, Mus musculus), las ardillas (Sciurus vulgaris) y los jabalíes (Sus scrofa).

Tanto los roedores como el arrendajo actúan, también, como dispersantes de las bellotas (Torre et al., 2002; Tíscar, 2003). El arrendajo muestra una mayor preferencia por las bellotas de encina que por las de quejigo, y más por éstas que por las de coscoja (Pons y Pausas, 2007). Muchas especies de Quercus tienen capacidad para reproducirse de forma asexual (creación de brotes); pero mientras que en especies de ecosistemas templados dicha capacidad es limitada (Q. petraea, Q. robur), especies de ecosistemas mediterráneos y submediterráneos demuestran una gran capacidad de regeneración vegetativa (Q. canariensis, Q. faginea, Q. humilis y, sobre todo, Q. pyrenaica).

La reproducción vegetativa se ve favorecida por la quema de bosques, la excesiva presión ganadera sobre las poblaciones jóvenes o, incluso, por la tala. El quejigo rebrota de cepa y desde las raíces secundarias superficiales, lo que contribuye a estabilizar las formaciones en monte bajo (Galán et al., 1998). Sin embargo, rebrota menos intensamente que otras quercíneas mediterráneas.

El roble pubescente es, de los robles marcescentes ibéricos, el que rebrota de cepa con menor vigor y el que tiene un desarrollo estolonífero menos acusado (Blanco et al., 1997).

Producción y manejo de semillas y plantas forestales
Autoridad Aplicación Conservación
UICN LC (Preocupación menor) Mundial
  • - Lista patrón de las especies silvestres presentes en España
  • - Inventario Forestal Nacional (IFN)
  • - Inventarios florísticos recopilados en los trabajos de campo del Catedrático D. Juan Ruiz de la Torre
  • - Listado y Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas
  • - Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Flora del Principado de Asturias
  • - Catálogo Regional de Flora Silvestre Protegida de la Región de Murcia
  • - Estrategia de conservación y de lucha contra amenazas de plantas protegidas de altas cumbres
  • - CONECT-e (CONocimiento ECológico Tradicional). Abril 2020.
  • - Programa Seguimiento Fenológico Reservas de la Biosfera
  • - Programa Seguimiento Fitosanitario Parques Nacionales
  • - Lista Roja de la UICN (Mundial) - IUCN Red List of Threatened Species (Global Assessment)
  • - Producción y manejo de semillas y plantas forestales
  • - Mapa Forestal de España a escala 1:25.000 (MFE25) y Cuarto Inventario Forestal Nacional (IFN4), 2007-2023.
  • - Mapa Forestal de España a escala 1:200.000 (MFE200), 1985-1996.
  • - Mapa Forestal de España a escala 1:1.000.000 (MFE1000), síntesis del MFE200. 
  • - Mapa Forestal de España a escala 1:50.000 (MFE50) ON CONFLICT (iddataset) DO UPDATE SET idambitogeografico=EXCLUDED.idambitogeografico, idtiponormativadataset=EXCLUDED.idtiponormativadataset, fechapublicacion=EXCLUDED.fechapublicacion, url=EXCLUDED.url, dataset=EXCLUDED.dataset, identidaddistr=EXCLUDED.identidaddistr, idtipoambitodistr=EXCLUDED.idtipoambitodistr; Tercer Inventario Forestal Nacional (IFN3), 1996-2006; Mapa Forestal de España a escala 1:25.000 (MFE25) y Cuarto Inventario Forestal Nacional (IFN4), 2007-2023.
  • - Mapa Forestal de España a escala 1:400.000 (MFE400), 1959-1966.
  • - Segundo Inventario Forestal Nacional (IFN2), 1986-1996. 
  • - Comercialización de semillas. Materiales forestales de reproducción
  • - SILVADAT: Base de Datos para la Gestión del Registro y Catálogo Nacional de Materiales de Base
  • - Catálogo Nacional de Materiales de Base (CNMB)