Barranco del Infierno ESPACIOS PROTEGIDOS RED NATURA 2000 Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat)
Ámbito geográfico | Ámbito | Año de declaración | Superficie oficial |
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Canarias
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Terrestre | 1996 | 1.824,16 ha |
Descripción
Está constiuido sobre todo por materialesde la primera serie basáltica de Tenerife, pero también alberga muestras de materiales más recientes, como un pequeño cono adosado al flanco este del roque del Conde, que pertenecen a la serie II. El macizo donde se ubica constituye con Anaga y Teno los afloramientos de materiales más antiguos de la isla, y para algunos de los autores son los restos de tres antiguas islas que quedaron posteriormente unidas merced a una intensa acción eruptiva en la zona donde hoy se ubican las Cañadas.
La erosión ha excavado una red de profundos barrancos entre los que destacan los de el Hoyo, el Infierno, el Agua y Fañabé. El barranco del Infierno es el más espectacular por su cauce profundamente encajonado con saltos de más de 150 m de altura y su importante curso de agua.
En los intefluvios del macizo sobresalen impresionantes roques, como el de Abinque, Negro, del Conde y de Imoque -estos dos últimos con más de 1.000 m de altura-.
En el cauce del barranco del Infierno se instala una formación riparia de sauces que constituye uno de los escasos restos de esta comunidad en la isla, una las laderas más escarpadas son relativamente abundantes los dragos. Toda la parte alta del barranco, la más septentrional del área protegida, está ocupada por un pinar en buen estado de conservación.
El espacio alberga comunidades de gran diversidad florística con numerosos endemismos entre los cuales destaca una docena de especies amenazadas, como el rarísimo cardoncillo (Ceropegia chrysantha) y una forma de balillo (Atalanthus microcarpus), entre otras. En las cimas de los roques se encuentran restos de matorrales xeromesofíticos de transición, que ocupan las zonas de menor pendiente, con especies como el moralito (Rhamnus integrifolia) o la col de risco (Crambe scaberrima), consideradas raras y protegidas. Para algunas especies como la Chahorra (Sideritis infernalis), el barranco del Infierno constituye un importante reducto donde se refugia la mayor parte de sus poblaciones.
Muy cerca del límite de este espacio, justo sobre Adeje y en el cauce del barranco del infierno, se descubrió en los años 20 una serie de huesos de una tortuga terrestre fósil que habitó la isla hace vario millones de años.
El animal, conocido como Geochelone burchardii, se cree que podía haber medido un metro de largo.
La zona de el roque del Conde está surcada en su parte más meridional por el llamado canal del Sur -importante protagonista de los planes de regadío del sur de Tenerife-. en las laderas donde la pendiente lo permite, se aprecian restos de bancales abandonados, que incluso alcanzan la cima del roque. Por su parte, el barranco del infierno es uno de los lugares preferidos por los excursionistas en el sur de Tenerife, por lo que en más de una ocasión se ha incluido en diversas promociones turísticas.
Esta actividad es la responsable del acúmulo de grandes cantidades de basura en varios puntos del recorrido de acceso a una de las cascadas del curso de agua. Por otro lado, en varios lugares hay galería de agua, con numerosos canales que surcan todo el espacio.
En la actualidad se construye en su entrada un centro de visitantes para regular el acceso al barranco, y con el fin de evitar masificaciones. También se ha acondicionado alguno de los senderos que los surcan.
Con estas acciones se pretende en última instancia ordenar un uso descontrolado que está teniendo consecuencia en la conservación de tan singular reducto..