Sophora japonica L. Ámbito:

Terrestre

    Origen:

No nativa

    Identificador:

8553

La especie que nos ocupa es originaria del centro, norte y noroeste de China, y seguramente también de Corea, aunque no de Japón, como podría suponerse dado su nombre.

Florece de junio a agosto. Se reproduce principalmente por semilla, que se diseminan por fragmentación del fruto. También se reproduce vegetativamente por medio de brotes de cepa y por estacas. Presenta un crecimiento bastante rápido.

Aguanta bien las bajas temperaturas invernales, los calores estivales y la sequía. En lo que respecta al suelo, prefiere que sea profundo y bien drenado, perjudicándole los muy compactados, secos o calcáreos. Se adapta muy bien a las atmósferas contaminadas de las ciudades, por lo que se utiliza mucho en jardinería urbana.

Por su ecología, no parece suponer, por el momento, una amenaza seria para la biodiversidad, ya que los ecosistemas invadidos, generalmente no son muy valiosos desde el punto de vista ambiental. Tanto la corteza, como las semillas y el fruto, son bastante venenosos, por contener rutina, soforabiósido, soforicósido, citisina, soforamina y toxoalbúminas, entre otros tóxicos, por lo que puede verse afectada la fauna herbívora.

AL, AV, CR, J, M, HU, SA, SE, SG, VA. Tendencia demográfica poco conocida, aunque sin evidencias claras de estar en expansión.

En casos de invasiones moderadas, debe optarse preferentemente por los métodos mecánicos de control. Se debe empezar por retirar manualmente las plántulas lo antes posible, a ser posible cuando el suelo está húmedo para facilitar la extracción. Para los individuos adultos, deben efectuarse talas periódicas, que si bien no producen la muerte del árbol si evitan que se sigan produciendo semillas. Finalmente, debe procederse al destoconado con maquinaria pesada (gradas pesadas, bull-dozers, rastrillos frontales, subsoladores, etc.) para eliminar las cepas y de este modo anular cualquier posibilidad de rebrote, ya que no es capaz de emitir retoños de raíz.

Cuando se trate de invasiones graves, los tratamientos mecánicos, para que sean totalmente efectivos, deben combinarse con aplicaciones de fitocidas, ya sean foliares o mediante embadurnado de los tocones. Entre los productos que pueden utilizarse tenemos los habituales para el control de especies leñosas, tales como el glifosato (Roundup, Rodeo, Accord), aplicado sobre las hojas o bien sobre los tocones al final del periodo de actividad vegetativa que es cuando se produce el transporte de nutrientes hacia las raíces dentro de la planta. También el triclopir (Garlon GS, Garlon 4), igualmente sistémico aunque más selectivo, actuando sólo sobre dicotiledóneas y leñosas.

Otros herbicidas efectivos contra Sophora japonica en aplicaciones foliares o inyección son imazapir (Arsenal), y sobre tocones y cepas picloram (Tordon 101) y 2,4-D + picloram (Pathway). En cuanto a la lucha biológica, no existen muchas opciones, ya que apenas es atacado por insectos u hongos.