Phyla filiformis (Schrad.) Meikle Ámbito:

Terrestre

    Origen:

No nativa

    Identificador:

7003

Originaria de América del Sur.

Florece de junio a septiembre. Se reproduce por semilla, de dispersión hidrócora, y asexualmente, por medio de estolones. No resulta palatable para los herbívoros. Segrega substancias con efecto alelopático sobre el crecimiento y la germinación de las plantas circundantes.

Compite ventajosamente con estas últimas por los recursos hídricos del suelo. Las crecidas de los ríos y su posterior estiaje favorecen la dispersión de esta especie a lo largo de los cursos fluviales. La fuerza de la corriente en los periodos de avenidas arranca y arrastra las diásporas (semillas, estolones), que se depositan aguas abajo sobre las orillas y lechos al cambiar el régimen de turbulento a laminar y descender el caudal.

Es tolerante tanto a la desecación del suelo como a la inundación, así como a las heladas. Necesita suelos con humedad edáfica y ricos en materia orgánica, por lo que prospera muy bien en las zonas de inundación temporal de los ríos en sus cursos medio y bajo.

Su eficaz extracción de agua produce la desecación del suelo hasta una profundidad considerable, afectando a la flora higrófila autóctona. También invade pastos húmedos, produciendo daños económicos al disminuir sensiblemente su valor pastoral. En España se encuentra presente en el nordeste (Cataluña y Alto Aragón), más algún punto aislado de la cuenca del Tajo, de Baleares y de Valencia. Puede llegar a abundar localmente, como ocurre en la cuenca media del río Cinca, en la provincia de Huesca, donde está empezando a mostrar carácter invasor en los cascajos y orillas de este río y de su afluente el Ésera, entre el embalse de Barasona y la población de Monzón.

Existe otra especie del mismo género, muy parecida, la Lippia nodiflora (L.) Michx, de origen incierto aunque tropical, que se diferencia de Lippia filiformis por ser enteramente herbácea, tener la corola blanca y los dientes del margen de las hojas mucho más pronunciados. Se encuentra extendida con carácter invasor por numerosas zonas cálidas y tropicales del Mundo (Australia, Nueva Zelanda, sur de Estados Unidos, Hawaii, cuenca mediterránea, etc.). En nuestro país, se encuentra naturalizada en varios puntos de la costa mediterránea (Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía oriental) y de Baleares, en ambientes similares a los de Lippia filiformis, aunque casi siempre cerca del mar.

A, B, CA, CC, CS, GI, H, HU, L, PM [Mll, Mn], SE, TO, V. Tendencia demográfica expansiva.

Ciertamente, una vez establecida es una planta muy difícil de eliminar. En primer lugar, su capacidad para reproducirse por vía asexual mediante estolones disminuye enormemente la eficacia de los métodos mecánicos de control, que teniendo en cuenta el hábitat prácticamente se reducen a la retirada manual. En cuanto a los métodos químicos, en Australia se ha mostrado eficaz en praderas el herbicida 2,4-D sal amina, realizando 2 o 3 aplicaciones al año con una dosis de 2 l/Ha. No obstante, la elevada toxicidad de este producto para la fauna, especialmente la acuática, desaconsejan por completo su utilización en el medio natural.

Por ejemplo, se han observado en carpas (Cyprinus carpio) expuestas al herbicida acumulaciones en sus tejidos hasta 18 veces superiores a las del ambiente, en tan sólo dos días de exposición. También se ha empleado el glifosato en el control de esta especie, aunque igualmente resulta poco aconsejable en el medio natural por presentar una toxicidad moderada para los peces (DL50 a las 96 horas de 120 a 86 mg/l referidos a la materia activa) y el resto de la fauna acuática. Por el momento no se conocen enemigos naturales susceptibles de ser utilizados como agentes de lucha biológica.