Asio otus (Linnaeus, 1758) Nombre preferente:

Búho chico

Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

11921

Mundial. Distribución circumpolar, principalmente Holártica, que ocupa la parte central de Norteamérica, Eurasia, islas atlánticas y mediterráneas. Presente en el norte de África, Etiopía y montañas del centro y este del continente. Las poblaciones más norteñas en Europa son las británicas y escandinavas (Cramp, 1985; Hagemeijer & Blair, 1997).

España. La subespecie nominal está ampliamente representada en la península Ibérica y Baleares. El mapa de distribución es, con toda probabilidad, muy parcial a causa de la dificultad que presenta su detección.

Castilla y León, valle del Ebro, Comunidad de Madrid, Ciudad Real y la zona central de Andalucía parecen con tar con importantes efectivos. Llama en cambio la atención la escasez en el cuadrante sudoccidental peninsular, donde aparentemente existen medios idóneos para esta especie. En Galicia, la cornisa cantábrica y Levante aparece escasamente representada.

Con respecto al anterior mapa publicado (Purroy, 1997) se observa su falta en algunas zonas, como Cáceres y Huelva y el notable incremento en Madrid, Ciudad Real, Jaén y Granada, probablemente debidos a una atención especial por los censadores. En Canarias aparece la subespecie canariensis, presente en Gran Canaria, Tenerife, La Gomera, La Palma y El Hierro. No cría en Ceuta ni en Melilla.

Presente en zonas forestales y arboladas, o próximas a ellas, con áreas abiertas donde caza, en gran variedad de hábitats, incluso en núcleos urbanos donde se le cita como abundante en algún caso, como en Las Palmas de Gran Canaria (Martín & Lorenzo, 2001). En algunas zonas (Gil et al., 1983; Borrás & Soler, 1984) su presencia parece estar bastante relacionada con la distribución de la Urraca. La reproducción de este córvido en la gran mayoría de la superficie peninsular (véase el mapa de distribución correspondiente) hace pensar que también el Búho Chico pudiera estar más ampliamente representada que lo reflejado en el mapa de distribución.

Los resultados de los muestreos reflejan una selección positiva hacia las superficies boscosas, tanto de coníferas, como bosques caducifolios de hayas y robles, dehesas de quercíneas y cultivos de árboles mediterráneos, y evidencian un rechazo a las zonas abiertas, especialmente cultivos de regadío y áreas de matorral, así como a plantaciones de eucaliptos. Se trata de una especie forestal que caza preferentemente en los ecotonos, entre las manchas forestales donde habitan y las zonas abiertas donde encuentran una alta disponibilidad de especies presas, pequeños roedores y paseriformes (Martínez y Zuberogoitia, 2004; Rodríguez et al., 2006; Sergio et al., 2008). El conocimiento sobre la selección de hábitat durante el periodo reproductor en España es escaso, pero el del periodo invernal es prácticamente nulo. Existe información aislada o dentro de trabajos más generales, sobre dormideros invernales de la especie, que muestra valores de preferencia por ciertos enclaves, aunque la mayor parte de la información al respecto no ha sido publicada.

Sus dormideros se localizan tanto en pinares (Brinzal, 1998; Díaz Díaz, 2011), como en árboles aislados en entornos urbanos (Escala et al., 2009), pudiendo alcanzar concentraciones de varias decenas de ejemplares, aunque no se tiene constancia de agrupaciones como las detectadas en otros países del centro y este de Europa, donde se pueden contabilizar hasta 150 ejemplares en un mismo árbol o grupillo de árboles, muchas veces en el centro de grandes urbes (Mastrorilli, 2005; Škorpíková et al., 2005; Zanat y Berka, 2007).

Reproductor 4800-6550 parejas a mediados de los 90.

Aunque no es excesivamente exigente a la hora de elegir la ubicación de su nido, una fuerte deforestación tiene efectos negativos sobre las especies constructoras de nidos de cierto tamaño y, por tanto, sobre sus poblaciones. Su costumbre de agruparse durante el otoño-invierno en dormideros más o menos numerosos y la escasa distancia a la que emprende el vuelo lo hace muy sensible a la caza ilegal. Las campañas de destrucción de nidos de córvidos que se practican sistemáticamente en algunos cotos acaban también con un buen número de ejemplares de Búho Chico. El envenenamiento por plaguicidas es también un peligro potencial, ya que afecta a las presas habitualmente capturadas por esta rapaz (roedores y grandes invertebrados).

Propuestas: - Control de la caza ilegal. - Conservación del hábitat, primordialmente el de los bosques-islotes en las comarcas llanas, como en Castilla y León. - Conservación del hábitat apropiado. - Control del uso de rodenticidas.

- Instalación de puntos de nidificación adecuados (nidos artificiales, cajas nido) cuando no haya cavidades naturales. - Puede ser beneficiosa la política agraria de cambios de cultivos o abandono de los mismos. - Conservación de árboles maduros, con huecos.

- Estudio de técnicas de construcción (principalmente rural) y conservación de edificios apropiados. - Seguimiento de las variaciones poblacionales. - Control de plaguicidas.