Regulus ignicapilla (Temminck, 1820) Nombre preferente:

Reyezuelo listado

Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

11499

Mundial. En el Paleártico occidental por Europa central y meridional, islas mediterráneas, norte de África y Asia Menor (Cramp, 1992). En el NO de África, Madeira y Baleares cría la subespecie balearicus, y en la península Ibérica la nominal. España.

Distribución atlántico-montana, dependiente de la precipitación por lo que es frecuente en el norte de la Península y se rarifica hacia el sur. En el norte sólo escasea en zonas sin arbolado o en eucaliptales, donde desaparece (Álvarez et al., 1998; X. Vázquez, com. pers.). Común en Pirineos, desde donde alcanza las sierras litorales catalanas.

Irregular distribución en la meseta norte, donde sólo es común en llanuras agrícolas repobladas con pinos y en los sistemas Ibérico y Central. En la mitad sur, prácticamente restringida a bosques húmedos de montaña (Tellería & Santos, 1994). En Jaén y Córdoba su distribución parece más amplia respecto al anterior atlas (Purroy, 1997), lo que puede explicarse por mejor cobertura.

Bien distribuida en Baleares. Falta en Canarias, Ceuta y Melilla. Ocupa gran variedad de bosques, con marcada preferencia por las coníferas (Tellería & Santos, 1994).

Escasa a elevadas altitudes, aunque en Sierra Nevada alcanza los 2.000 m (Pleguezuelos, 1992). Migradora parcial, ocupa en invierno gran variedad de hábitats.

Selecciona todo tipo de hábitats forestales en invierno, alcanzando las mayores densidades en pinares y abetales (38 aves/km2), y en encinares y alcornocales (22 aves/km2). En relación a su disponibilidad, selecciona negativamente los mosaicos agropecuarios muy fragmentados, pero alcanza en éstos una densidad de 20 aves/ km2. La configuración ambiental más favorable para la invernada corresponde a regiones donde la cobertura forestal densa supere los 37 km2 para una superficie de 100 km2, preferentemente cercanas a la costa Se trata de una especie que ocupa una amplia variedad de bosques, per o con preferencia por las c oníferas (Tellería y Santos, 1994). En el País Vasco las densidades invernales en hayedos son de 3,95 aves/10 ha, que ascienden en pinares hasta 10,08 aves/10 ha (Tellería, 1983a).

En las mismas manchas forestales es más abundante en invierno que en primavera (Tellería y Santos, 1997). En invierno está presente en olivares (Muñoz Cobo et al., 2001), en parques urbanos (Velasco y Blanco, 1996) e incluso en eucaliptales, donde busca el alimento (especialmente pulgones) en los rebrotes, sustrato apenas usado por otras aves (Tellería y Galarza, 1991). Su presencia es más abundante en bosques extensos que en pequeños fragmentos, aunque en invierno parece ser menos sensible a la ocupación de fragmentos forestales que en primavera (Tellería et al., 2001c).

No está presente en los hayedos cantábricos de la provincia de León en invierno, con escasa presencia (apenas 1 ave/10 ha) en primavera (Costa, 1993). En un área agrícola de la provincia de Segovia aparece sólo en invierno, ocupando exclusivamente los sotos fluviales, con una densidad de 0,35 aves/10 ha (Tellería et al., 1988a). En la sierra de Gredos ocupa especialmente los pinares (tanto en primavera como en invierno) y los encinares (sobre todo en invierno; Sánchez, 1991).

En Madrid mantiene su carácter forestal en invierno, seleccionando los bosques más térmicos del piso Mesomediterráneo. Las mayores densidades se encuentran en bosques relativamente abiertos (sabinares, encinares y pinares) con abundante estrato arbustivo (Ramírez en Del Moral et al., 2002). En los encinares de Huelva aparece como invernante, con una densidad de 1,6 aves/10 ha, pero está ausente en primavera (Herrera, 1979).

En Baleares está presente en áreas con abundancia de formaciones arboladas, no detectándose grandes diferencias entre los índices de abundancia primaverales e invernales (Mayol, 2006). Destaca por ser un especialista en la explotación de las ramas más finas de la vegetación arbórea y arbustiva. En el País Vasco parece ser la especie menos afectada por las prácticas de explotación forestal, pudiendo vivir en numerosos hábitats forestales con distinta estructura, composición florística y estado sucesional, siendo la especie forestal que mayor amplitud de uso de sustratos presenta (Carrascal y Tellería, 1985b).

En invierno dedica más tiempo a buscar alimento en las ramas cubiertas por líquenes, donde optimiza la obtención de insectos (Carrascal y Tellería, 1988).

Reproductor: 910.000-2.000.000 parejas (1997).

Las repoblaciones con coníferas pueden haber favorecido su incremento, como en parte de Europa (Cramp, 1992; BirdLife International/EBCC, 2000), sobre todo en zonas no montañosas a priori poco favorables. Sin embargo, aumenta también el uso de plaguicidas que podrían afectar a su reproducción. Los incendios forestales, especialmente frecuentes en la región mediterránea, pueden afectar a sus poblaciones en veranos secos y calurosos.

Propuestas: - Conservación del hábitat. - Los aclareos forestales deben ser realizados fuera de la época de nidificación, en caso contrario deben dejarse manchones de 3 Ha. al menos, con árboles de 30 años como mínimo.