Limonium subglabrum Erben Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

5892

Endemismo de las margas y yesos de La Malá (Granada).

Hemicriptófito plurienal. La floración acontece fundamentalmente en verano y la fructificación a principios de otoño. Flores hermafroditas polinizadas por insectos. La dispersión de las semillas es anemocora y zoobolocora, aunque no tiene gran alcance.

Existe una elevada tasa de apomixis. Como es habitual en este género, es frecuente la hibridación con otras especies que viven próximas. Se produce una gran cantidad de flores y frutos por inflorescencia; el porcentaje de germinación observado no fue muy alto (21,6%) debido a infecciones fúngicas.

Forma parte de matorrales halonitrófilos, asentados en saladares y en sustratos margoso-yesíferos, comportándose a veces como colonizadora. Convive con Salsola vermiculata, Frankenia laevis, F. pulverulenta, Atriplex halimus, Plantago albicans, Plantago coronopus, Bromus rubens, Suaeda vera subsp. brevifolia, Helianthemum ledifolium, Bupleurum semicompositum, Dactylis glomerata, Thymelaea hirsuta, Spergularia diandra, Sphenopus divaricatus, Dittrichia viscosa, etc., entre 700 y 800 m, de altitud, en el piso mesomediterráneo con ombroclima seco.

Debido a los fenómenos de hibridación, en algunas localidades existen especímenes intermedios de dudosa identificación. Se han detectado dos poblaciones, una de ellas muy fragmentada, en una superficie real aproximada de 65.000 m² sobre la que se han contabilizado en torno a 90.000 individuos reproductores durante el año 2001.

Controlar las actuaciones en los márgenes de las vías de comunicación (siega, aplicación de herbicidas, acumulación de basuras, labores de acondicionamiento, etc.). Recolectar semillas y realizar un seguimiento periódico de las poblaciones. Desarrollar técnicas de propagación que permitan la reintroducción en zonas alteradas. Proteger al menos una de las poblaciones mediante la figura de microrreserva.

Fomentar los estudios genéticos para evaluar el riesgo de amenaza debido a la hibridación.

La principal amenaza es antrópica y deriva de la proximidad a núcleo urbano y la presencia de una carretera que atraviesa una de las poblacionales, lo que provoca fluctuaciones en el número de individuos debido a las labores de mantenimiento. La población más numerosa está rodeada de roturaciones y fuertemente artificializada por el paso de ganado doméstico. De manera natural se hibrida con otras especies del mismo género (L. supinum), lo que dificulta enormemente su identificación.

Actualmente no existe ninguna medida de protección específica sobre la zona donde habita la especie. Se ha redactado un plan de recuperación, promovido por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.