Heracleum mantegazzianum Somm. & Lev. Ámbito:

Terrestre

    Origen:

No nativa

    Identificador:

10537

Originaria del Cáucaso y Asia Central.

Tarda de 2 a 5 años en florecer. Una vez establecida la planta se dispersa a pequeña escala, gracias a las aves que consumen sus frutos. Sus semillas dormantes perduran hasta 7 años en el suelo. Floración: junio-agosto.

Hábitat en su área de distribución natural - Praderas de montaña bajo la línea arbórea. Prados y pastizales de alta montaña. Orlas y claros forestales y comunidades megafórbicas. Hábitat en su área de introducción - Vive en cuentas, márgenes de vías, ríos y barrancos, prados, claros forestales, etc.

Requiere suelos húmedos y ambientes soleados. Vive en áreas con una precipitación media de 1000 a 2000 mm.

Sobre el hábitat: puede formar masas densas que reducen la biodiversidad de especies. Sobre las especies: ejerce competencia sobre la flora nativa, especialmente sobre las especies de ribera. Sobre los recursos económicos asociados al uso del patrimonio natural: no ha sido definido, pero claramente puede disminuir el valor recreativo del paisaje debido a los riesgos para la salud humana. Sobre la salud humana: esta planta produce severas urticarias, ampollas y decoloraciones de la piel, cuando tras haberla tocado, el sol incide sobre ella (fotodermatitis), debiendo acudir al médico.

Tendencia estable.

Introducción intencional como especie ornamental, forrajera y de interés para la apicultura.

Expansión mediada por vehículos, movimiento de suelos, como contaminante de semillas, agua y viento, etc. Las semillas pueden ser dispersadas por aves (endozoócora).

Propuestas - Retirada manual. Según Punteri & al. se sabe que la poda de las partes aéreas de Heracleum no es el mejor método, ya que las plantas podadas rebrotan al año siguiente o inclusive en el mismo año. Esto se debe, por un lado, a que la raíz de Heracleum contiene gran cantidad de nutrientes, lo que le permite mantenerse viva a pesar de haber perdido todas sus hojas.

Por otro lado, la planta tiene yemas latentes a varios centímetros bajo tierra, que pueden activarse ante una eventual destrucción de la parte aérea. Para que esta técnica de control sea efectiva, la poda tiene que repetirse sucesivamente hasta que la planta agote sus reservas. La poda de sus inflorescencias tampoco ha resultado ser un método exitoso.

Se ha visto que en un mismo año puede generar nuevas umbelas, si la umbela central ha sido cortada. Inclusive, en algunos casos, la nueva umbela tendrá un mayor número de flores que la inicial. La solución a estos inconvenientes es cortar la raíz principal: 15 cm bajo tierra.

Si bien este control manual es un poco penoso, constituye la única forma de eliminar la planta por métodos mecánicos. - Otro aspecto a tener en cuenta es el momento del año en el que actuar. La mayoría de los métodos mencionados, tiene altas probabilidades de fracasar si se aplican en el mes equivocado.

Por ejemplo, se ha visto que la poda de las inflorescencias al principio de la temporada o sea, en la primavera, favorece el rebrote de nuevas inflorescencias. Por otro lado, la poda tardía no asegura que las semillas no terminen de madurar pese a que la umbela que las porta ya ha sido cortada. También debe tomarse en consideración el tamaño de las plantas en el momento de realizar las actividades de control.

- Tanto la aplicación de herbicidas como el desraizado han demostrado ser más efectivos y económicos al comienzo de la temporada de crecimiento. - El glifosato es el herbicida más eficaz. También se ha realizado control con triclopir.

Desarrolladas - No hay datos. Estrategias, Planes y/o Proyectos de Gestión/Control/Erradicación: - No hay datos. Dificultad de control - La retirada manual es compleja por los tubérculos y las precauciones que hay que tener para su manejo.

- Al tratarse de una planta tóxica con el simple contacto con la planta los operarios debe ir bien protegidos. Sería conveniente realizar los trabajos al inicio de la invasión.