Las infraestructuras lineales, como carreteras y vías férreas, existen en todo el mundo y se extienden por una gran variedad de entornos. A pesar de sus conocidos impactos negativos, estas infraestructuras grises tienen el potencial de contribuir a la conservación de la biodiversidad en paisajes fragmentados, ya que pueden constituir reservas de diversidad biológica y, por tanto, corredores entre ecosistemas, aumentando la conectividad de los hábitats. Las plantas autóctonas, en particular las especies endémicas o amenazadas, pueden fomentarse mediante la siembra alrededor de estas infraestructuras. Nuestro trabajo está integrado en el proyecto LIFE LINES y tiene como objetivo promover la creación de una Infraestructura Verde demostrativa para apoyar la conservación, y mejorar la biodiversidad local. Para lograrlo, desarrollamos dos tipos de mezclas de semillas utilizando especies autóctonas silvestres, una para carreteras y otra para vías férreas inutilizadas (actualmente utilizadas como ecotrails), con el fin de aumentar la diversidad vegetal. La composición de la mezcla para carreteras tuvo en cuenta la seguridad vial y priorizó el fomento de las especies autóctonas, a diferencia de las mezclas comerciales existentes, que suelen añadir especies exóticas. La mezcla de ecotrails favoreció especies con una morfología más diversa, con potencial estético y adecuadas para mejorar el refugio y los recursos alimenticios de la fauna. La selección de las especies que se utilizarían en cada tipo de mezcla comprendió varios pasos secuenciales. Se seleccionó un conjunto preliminar de especies por ser autóctonas de la Península Ibérica, resistentes a la sequía y soportar la siega regular de la vegetación. Posteriormente, se probaron dos surtidos diferentes de cada tipo de mezcla en 12 parcelas ex-situ instaladas en la Herdade da Mitra (Évora, Portugal) en otoño de 2016, respetando las siguientes proporciones: 30% Fabáceas, 30% Poáceas y 10% Asteráceas. El rendimiento y la sostenibilidad de estas mezclas se evaluaron mediante la evaluación de la frecuencia de especies, la abundancia y la producción de biomasa en la primavera de 2017 y 2018, con el fin de elegir la mejor opción para cada tipo de mezcla. Finalmente, estos surtidos finales se sembraron en 21 parcelas in situ a lo largo de arcenes de carreteras y ecotrails durante el otoño de 2018. El rendimiento y la sostenibilidad de las mezclas finales de semillas también se evaluaron mediante la evaluación de la frecuencia y abundancia de especies en la primavera de 2019. Se registró la germinación de las especies sembradas en todas las parcelas in situ, la mayoría de ellas especies endémicas y más frágiles. Algunas especies no germinaron en las parcelas in situ (por ejemplo, Dactylis glomerata), mientras que otras solo germinaron aquí (por ejemplo, Campanula lusitanica). Además, la mayoría de las especies fueron capaces de producir flores y semillas, lo que constituye un buen indicador de sostenibilidad. Estos resultados preliminares mostraron que la diversidad local de plantas aumentó, lo que sugiere que las mezclas finales de semillas ensayadas son adecuadas para ser utilizadas en el sur de la Península Ibérica. Dado el pequeño número de mezclas ensayadas en un contexto mediterráneo, este estudio constituye una base para mejorar las normas de gestión, que deberían considerar el momento ideal para la siega. No obstante, será necesario un mayor seguimiento de la dinámica y evolución de las mezclas de semillas, ya que pueden producirse algunos cambios en los próximos años, y puede ser necesario realizar ajustes en la composición o proporciones de las especies.