La conservación a largo plazo de las funciones de los activos ecológicos en las infraestructuras de transporte exige nuevos planteamientos multidisciplinares en la explotación y el mantenimiento tradicionales de carreteras y ferrocarriles. El creciente número de accidentes debidos a colisiones entre animales y vehículos, así como las exigencias de la legislación medioambiental y la concienciación sobre los efectos de la pérdida de biodiversidad han propiciado el desarrollo de una amplia gama de activos ecológicos en las últimas décadas. Las directrices que ayudan a los profesionales implicados en la explotación de infraestructuras a mantener adecuadamente estos activos ecológicos son cruciales para preservar su papel en relación con la seguridad del tráfico y para reducir la mortalidad y las perturbaciones de la fauna. Además, deben contribuir a evitar la propagación de especies exóticas invasoras, mantener las conexiones ecológicas a través de las infraestructuras lineales y apoyar las disposiciones instaladas o construidas para mejorar la biodiversidad en los elementos de la infraestructura. Las mejores prácticas de mantenimiento también deben contribuir a rentabilizar al máximo el dinero invertido en la mitigación ecológica y a mejorar las futuras prácticas de diseño, construcción y mantenimiento de los activos ecológicos. A partir de una revisión bibliográfica y de la información recopilada en proyectos de investigación financiados por el Consejo Ejecutivo del Programa de Carreteras y Vida Silvestre de la Conferencia de Directores Europeos de Carreteras (CEDR), se ha elaborado un conjunto de directrices. Las instrucciones se centran en las mejores prácticas de mantenimiento de los vallados y pantallas de protección de la fauna, los pasos de fauna, las señales de advertencia de fauna y los sistemas de detección, y se aborda la gestión adecuada de arcenes, estanques de retención y otros elementos de los sistemas de drenaje para aumentar el valor de estos elementos como hábitats de la fauna y evitar al mismo tiempo que se conviertan en trampas ecológicas. Las actuaciones deben ayudar a cumplir las obligaciones legales, sobre todo en lo que respecta a la gestión de los tramos de carretera y ferrocarril que atraviesan zonas protegidas o paisajes que albergan especies y ecosistemas valiosos de flora y fauna. Las directrices también fomentan la cooperación con todas las partes implicadas en la gestión de terrenos adyacentes a infraestructuras. Algunos ejemplos son las administraciones responsables de la naturaleza, el agua y la ordenación del territorio, los municipios y las comunidades locales, los propietarios de tierras y las organizaciones no gubernamentales y de investigación. Las directrices han sido elaboradas por un equipo interdisciplinar que incluye tanto expertos en transporte como en fauna y flora silvestres, con una cooperación reforzada entre las organizaciones CEDR e Infrastructure and Ecology Network Europe (IENE). El resultado se incluirá como un nuevo capítulo en el manual en línea "Wildlife and Traffic European Handbook", impulsado por la IENE y que incluye el documento elaborado hace 15 años en el marco de la acción COST 341, así como un portal de acceso a manuales sobre infraestructuras de transporte y ecología publicados en todo el mundo. El Manual se centra en la identificación de conflictos y en la aportación de soluciones para mitigar la fragmentación del hábitat debida a las infraestructuras de transporte, y se está actualizando ahora por iniciativa de la IENE en cooperación con el CEDR y con el apoyo de la Swedish Transport.