The authors cite examples of small isolated populations of otters which have disappeared in recent years. They highlight the fact that not all dams are barriers, but those which are situated in narrow canyons tend to be, especially if they are large dams (although even relatively small ones of 5-10m high may also be barriers if the terrain is unsuitable. Where otters can cross dams, they mention that they are sometimes run over on the roads which cross the top of the dam. The barrier effect in dams seems to be more important in the dry mountainous areas of Mediterranean Spain where dams are frequent and different watersheds are located at long distances from one another as this makes it difficult for otters to travel between them.
They compare the limits of the distribution area of otter populations in relation to the presence of large dams in the Mediterranean area of Spain for the two periods covered by the otter surveys (1984-85 and 1994-96). Comparing the two periods they found that 73.7% of cases (n=19) where dams were a barrier during the first survey continued to be a barrier 11 years later. In 10.5% of cases the isolated population had become extinct during the 11 year period while in only 15.8% of cases had the distribution of the otter extended beyond the barrier created by the dam (in some of these cases it is also possible that the distribution was enlarged by otters coming from other areas and not necessarily because they were able to cross the dam). With regard to 12 dams which did not mark the limit of the otter population in the first survey, 66.7% were not the limit in the second survey while 33.3% did mark the limit of their distribution area.
In total 74.2% of dams studied would appear to have acted as barriers for otters during the 11 year period.
Los autores citan algunos ejemplos de poblaciones reducidas y aisladas de nutria que se han extinguido en años recientes. Señalan el hecho de que no todas las presas son barreras pero las que se situan dentro de cañones estrechos suelen serlo, especialmente cuando se trata de grandes presas (aunque presas de solamente 5-10 m de altura también pueden actuar como barreras si el terreno es inadecuado). Cuando las nutrias sí pueden cruzar una presa a veces son atropelladas en las pistas y carreteras que cruzan por encima de la presa. El efecto barrera parece ser más acusado en las zonas secas de montaña de la zona mediterránea de España donde la escasez de agua hace que exista una proliferación de embalses en cuencas que estan muy alejadas entre sí, y las distancias entre ellas hacen que sea difícil para la nutria desplazarse a otra cuenca si encuentra una barrera que no puede superar.
Los autores comparan los límites de distribución de las poblaciones de nutria en relación con la presencia de grandes embalses en la parte mediterránea de España para los dos períodos de muestreo (1984-85 y 1994-96). Comparando los dos períodos han observado que en los casos (n=19) en que las presas significaron una barrera durante el primer sondeo el 73,7% de éstos siguen siendo una barrera durante el segundo sondeo 11 años después. En el 10,5% de los casos la población aislada se había extinguido durante el período de 11 años mientras en tan solo el 15,8% de los casos se había incrementado la distribución de la población más allá de la barrera (aunque señalan que no necesariamente significa eso que habían superado la barrera ya que en algunos casos es posible que habían venido de otras zonas). En relación con 12 presas que no coincían con el límite de distribución en el primer sondeo, el 66,7% siguían sin serlo en el segundo sondeo mientras el 33,3% sí coincidían con el límite de distribución.
En total, el 74,2% de los embalses estudiados han supuesto una aparente barrera para la nutria en los 11 años del estudio.
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