Taxus baccata L. Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

8650

Se distribuye por toda Europa, W de Asia y norte de África. En algunas sierras del N de Portugal , Madeira y Azores. En España se encuentra en la mayoría de las montañas de la mitad norte, siendo escasísimo en el este y en la mitad sur. Vive también en Mallorca, en la sierra de la Tramontana.

Florece de febrero a abril. Las semillas maduran de agosto a noviembre del mismo año de la floración.

En montañas umbrosas de ambiente eurosiberiano, clima atlántico-oceánico, en hayedos y otros bosques planocaducifolios, a veces en roquedos y cantiles o al pie de los mismos, raramente formando tejedas. 500-1800 (2000) m.

Los usos del tejo que siguen vigentes en la actualidad son principalmente el ornamental y como ramo para bendecir el Domingo de Ramos. Aunque sus usos simbólicos en general no puede decirse que estén realmente vigentes hoy en día, en los últimos años se están recuperando por influencia de los estudios sobre su valor simbólico en el pasado. Igualmente se siguen consumiendo los arilos carnosos rojos de las semillas como golosina de entretenimiento. En cambio, la mayor parte de los usos medicinales se han abandonado o son raros, mientras que sí sigue presente el temor a este árbol por su toxicidad, lo que genera una triple actitud de admiración, indiferencia y temor o respeto.

El tejo es una especie dioica, raramente monoica, con una relación entre sexos muy variable, que llega al 70% de individuos femeninos en Sierra Nevada (García et al., 2000). Los estróbilos masculinos son globosos (2-3 mm de diámetro) y se disponen solitarios y axilares en la cara inferior de las ramas. Cada uno de ellos está formado por 6 a 14 estambres, claviformes y amarillentos, de cabeza poligonal, de la que cuelgan 4-8 sacos polínicos, normalmente 5. En los tejos femeninos los rudimentos de las semillas, braquiblastos ovulíferos, se presentan solitarios, pequeños (1,5-2 mm de longitud) y poco visibles, no forman conos y consisten en varias escamas imbricadas y dos brácteas finales acopadas (López González, 1982; Pennell y Bell, 1986; Thomas y Polwart, 2003; Ruiz de la Torre, 2006).

Los androestróbilos y primordios seminales aparecen al final del invierno y comienzo de la primavera. En las poblaciones mediterráneas la floración se produce entre los meses de enero y febrero, mientras que en zonas más septentrionales o de mayor altitud la floración se retrasa hasta los meses de marzo a mayo. La polinización es anemófila, aunque se han observado abejas recolectando polen o visitando las flores femeninas (quizás por el fluido azucarado contenido en el orificio del micrópilo) (Heinowicz, 1978).

La fecundación se produce entre 6 y 8 semanas después de la polinización (Pennell y Bell, 1986). Fructifica entre finales de agosto y mediados de otoño del año de la floración, de forma escalonada, muy influenciada por el tamaño de la planta, el genotipo y la localización de la población. La edad de inicio de producción de semillas viables comienza a partir de los 30-35 años en árboles aislados o lugares abiertos, mientras que en masas más densas puede producirse a los 70-120 años (Thomas y Polwart, 2003).

Es una especie que presenta vecería cada 2-3 años, aunque en condiciones favorables puede producir semilla todos los años. El tejo presenta niveles relativamente altos de fructificación, que algunos autores han estimado entre 96 y 308 kg ha–1 (Smal y Fairley, 1980). Las semillas son ovoides, de episperma leñoso y 6 a 7 mm de diámetro, cubiertas en su mayor parte por un arilo, abierto en la parte superior, primeramente verde y a la madurez rojo escarlata o coral, carnoso, suculento, con un jugo mucilaginoso, azucarado (Ruiz de la Torre, 2006).

Las semillas terminan en un pequeño ápice, y presentan la cubierta lisa de color marrón claro. El conjunto de la semilla y el arilo tiene apariencia de un fruto drupáceo, globoso, algo comprimido lateralmente. La semilla presenta un endospermo rico en grasas y su peso varía entre 56 y 69 mg (Melzack y Watts, 1982; Thomas y Polwart, 2003).

Cuando el arilo está maduro, el embrión todavía no se ha desarrollado completamente, presentando el eje hipocótilo-radícula una longitud entre 1,2 y 1,5 mm (para una longitud total de la semilla de 5 mm) (Heinowicz, 1978; Vance y Rudolf, 2008). Este eje presenta una posición central en la semilla, con la radícula orientada hacia la parte apical (Vance y Rudolf, 2008). La maduración de las semillas es anual y tiene lugar de agosto a octubre.

Su dispersión es zoócora, realizada principalmente por aves, sobre todo zorzales (Turdus sp.), mirlos (Turdus merula) y arrendajos (Garrulus glandarius) (Herrera, 1987; Hulme, 1996; García et al., 2000), aunque se ha mencionado el papel dispersor de las hormigas (Cataglyphis velox y Aphaenogaster iberica) y de los roedores (Apodemus sylvaticus), que consumen las semillas caídas al suelo (Hulme, 1997). El tiempo de germinación natural suele prolongarse hasta 18 meses, dado que las semillas presentan letargo. La distribución de semillas y de plántulas del tejo es muy agregada en el espacio, típica de especies zoócoras (Hulme y Borelli, 1999; Carvalho et al., 1999).

Así, la mayor parte de las semillas de esta especie son dispersadas a microhábitats con cobertura de otras especies con frutos carnosos, atractivas para los pájaros, o bajo pinos (por efecto “percha”) (Hulme, 1996 y 1997; García et al., 2000; González et al., 2003). Brota vigorosamente de cepa y raíz, soportando bien el recorte y la herbivoría (Mysterud y Østbye, 2003).