Polygonatum multiflorum (L.) All. Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

7212

Se encuentra en Europa templada, Asia occidental y septentrional, Norteamérica; y en España en el tercio norte peninsular, excluido el noroeste.

Florece de abril a junio.

Vive en claros de bosque, sobre suelos húmedos, entre 100- 1600 m.

En Cantabria se empleó para curar la “paletilla caída” (esternón caído), tomando durante siete semanas un vino medicinal preparado a partir de la maceración en vino blanco del rizoma de esta planta mezclado con el bulbo del ajo del antojil (Lilium pyrenaicum Gouan). También se usó para las fracturas, machacando el rizoma y aplicándolo sobre el miembro afectado, tanto en humanos como en animales. En Asturias, para huesos fracturados o torceduras, se elaboraba un ungüento con el rizoma de esta planta y el del helecho real (Osmunda regalis L.), que se cocían, se mezclaban con jabón y huevo batido y la pasta obtenida se aplicaba sobre la zona afectada. Ambos rizomas también podían mezclarse con barro, actuando así a modo de escayola al endurecerse.

También se empleó en veterinaria popular el rizoma de esta planta junto con el del helecho real (Osmunda regalis) en Asturias, aplicándose con un paño mojado el cocimiento enfriado de ambas especies sobre una dislocación o golpe en el animal, dando frotaciones. Mezclándose con clara de huevo y jabón, el cocimiento de esta planta servía igualmente para entablillar las patas del ganado menor. No obstante, indican que hay que tener mucho cuidado, pues es muy irritante, por lo que no puede aplicarse directamente sobre la piel, porque la quema, siendo necesario usar una venda para los cataplasmas.

En Cantabria también se usaba la “raíz” para el ramo de la mañana de San Juan. Respecto a su ecología, en Asturias indican que aunque se arranque parte de la “raíz” (rizoma), vuelve a salir, porque queda una “cabecina” en la tierra. Es considerada una planta escasa en sitios húmedos de zonas calizas.