Parkinsonia aculeata L. Ámbito:

Terrestre

    Origen:

No nativa

    Identificador:

16249

Es originario de América tropical, desde México hasta el norte de Argentina y Uruguay.

Florece de mayo a septiembre. Se propaga exclusivamente por semilla, de dispersión endozoócora o hidrócora. Es frecuente la presencia de tegumentos impermeables como mecanismo que evita la germinación simultánea. Ésta se ve estimulada por el remojo y la abrasión.

No obstante, parecen existir dos tipos de semillas, unas de color más claro y desprovistas de cubiertas duras y otras más oscuras que necesitan recibir algún tratamiento (escarificación, inmersión en ácidos, etc.) para germinar. Las semillas tienen buena flotabilidad, por lo que al ser transportadas por las corrientes fluviales pueden causar nuevas colonizaciones. Presenta un crecimiento bastante rápido, del orden de 0,5 a 1 m por año en su etapa juvenil, pero apenas sobrepasa los 30 años de vida.

Puede desprenderse de las hojas para disminuir la transpiración y realizar la fotosíntesis con el parénquima de la corteza. Se asocia simbióticamente con bacterias del género Rhizobium fijadores de nitrógeno atmosférico. En algunas áreas desérticas de África y Pakistán se ha utilizado para revegetar terrenos.

Tolera la sequía y el encharcamiento temporal, así como una amplia gama de suelos. Se adapta muy bien a las altas temperaturas. También resiste el frío si no es excesivo.

En Australia, se ha extendido por pastos, reservas naturales y territorios virginales, habitando en un amplio rango de climas y ambientes. Forma matorrales casi impenetrables que amenazan la conservación de humedales, bosques riparios y mesetas en el norte del país. En España, supone una amenaza para los ecosistemas fluviales del sur y de levante (ramblas, rieras, etc.) cuyo valor como corredores ecológicos y como reservorios de biodiversidad es hoy en día muy elevado ante el alto nivel de degradación y de ocupación del suelo que padecen estas zonas.

A, AL, GC [Gc, Fu], GR, MA, T. Tendencia demográfica poco conocida, aunque por la relativa modernidad de las citas cabe pensar que actualmente se encuentra en expansión.

A nivel preventivo, no es muy recomendable su empleo en jardinería en zonas de riesgo (Andalucía, Comunidad Valencia, sur de Cataluña). Cuando la invasión ya se ha producido, pueden utilizarse diversos métodos de control. Los ejemplares juveniles pueden retirarse a mano. Para ejemplares adultos, en áreas abiertas, puede emplearse maquinaria pesada, habiéndose observado en Australia buenos resultados de control si durante los años posteriores se van eliminado las plántulas que vayan emergiendo.

En algunos países se ha utilizado el fuego, aunque en el nuestro, por razones obvias, debe estar absolutamente prohibido. Como lucha química, las plántulas se controlan fácilmente con triclopir en aplicación foliar. Para ejemplares juveniles de hasta 1,5 m pueden realizarse aplicaciones foliares de picloram + triclopir.

Para plantas más grandes, debe procederse a la tala de los troncos lo más cerca posible del suelo y a la aplicación del herbicida señalado sobre el corte lo más rápidamente posible. En áreas alejadas de los cursos fluviales y carentes de vegetación valiosa, pueden realizarse aplicaciones en el suelo de hexazinona, lo más próximas posibles a los árboles por medio de inyectores, aunque es necesario que después llueva o bien el suelo se encuentre suficientemente húmedo. Como lucha biológica, en Australia se han introducido tres especies de insectos para intentar reducir la invasión de Parkinsonia aculeata.

Se trata de Penthobruchus germaini (Coleoptera), Mimosestes ulkei (Coleoptera) y Rhinacloa callicrates (Hemiptera). El primero es originario de Argentina y ataca a las semillas maduras, habiéndose conseguido hasta un 95% de depredación de semillas en los casos más favorables. El segundo procede de Estados Unidos y ataca también a las semillas maduras.

El tercero, también de procedencia norteamericana, se alimenta de las hojas y tallos tiernos, si bien su impacto sobre el huésped es menos significativo que en el caso de los dos anteriores.