Paysandisia archon (Burmeister, 1880) Ámbito:

Terrestre

    Origen:

No nativa

    Identificador:

10575

Es originaria de Sudamérica, concretamente del norte de Argentina, Uruguay, sur de Brasil y Paraguay.

Su ciclo de vida puede ser anual o bianual, dependiendo del momento en el que se realiza la puesta. Si ésta tiene lugar en los primeros meses de verano, el ciclo es anual, si la puesta tiene lugar a finales de verano u otoño, el ciclo es bianual. Una vez ha tenido lugar la cópula, la hembra deposita los huevos en la base de la corona de sus plantas nutricias. Las larvas tardan unos 15 días en eclosionar, introduciéndose en el interior del tronco de la palmera donde permanecerán hasta completar el desarrollo.

Tras nueve estadios larvarios y realizar una galería de más de metro y medio de longitud, fabrican una cámara pupal conectada al exterior mediante otra galería por la que saldrá el adulto. Desde la fase de pupa hasta la eclosión transcurre aproximadamente un mes. Las larvas son endófagas, se alimentan de las partes más tiernas de las palmeras, como los tallos, bulbos y frutos, y taladran el suelo para acceder a las raíces.

Los túneles que excavan van aumentando a medida que crece la larva.

Hábitat en su área de distribución natural Habita extensas áreas abiertas en donde crecen palmáceas silvestres, principalmente del género Trithrinax, sobre las que se desarrollan las larvas. Aunque en sus lugares naturales de distribución se presenta como una especie rara y localizada. Hábitat en su área de introducción En Europa se han observado sobre un gran número de palmeras, tanto silvestres como cultivadas. Su predilección por el Chamaerops humilis la convierte en una grave amenaza para las poblaciones naturales de esta especie, así como para la palmera canaria Phoenix canariensis.

Sobre el hábitat y las especies: (1) Los efectos sobre las palmeras son visibles a simple vista: perforación de las hojas, secado de las hojas más jóvenes, inclinación del tronco. Pueden llegar incluso a matar algunos ejemplares. (2) Grave amenaza para las especies autóctonas, el palmito Chamaerops humilis y la palmera de Canarias, Phoenix canariensis. Sobre los recursos económicos asociados al uso del patrimonio natural: (1) Constituye una importante amenaza para extensas áreas de palmito en la Península, así como para las palmeras de Canarias y en concreto para zonas y parajes de gran importancia cultural y económica como los palmerales de Elche, Orihuela o Alicante.

(2) Importantes pérdidas económicas relacionadas con la jardinería ornamental de palmeras.

Las larvas son endófagas, se alimentan de las partes más tiernas de las palmeras, como los tallos, bulbos y frutos, y taladran el suelo para acceder a las raíces.

Su ciclo de vida puede ser anual o bianual, dependiendo del momento en el que se realiza la puesta. Si ésta tiene lugar en los primeros meses de verano, el ciclo es anual, si la puesta tiene lugar a finales de verano u otoño, el ciclo es bianual.

Introducción accidental asociada con el transporte de mercancías.

En palmeras o partes de palmera, infestadas de larvas y pupas; los adultos pueden volar largas distancias.

Propuestas - Cuarentena y control fitosanitario para todas las palmeras importadas en viveros y eliminación de las ya contaminadas. - Uso de predadores naturales - Evitar la importación de palmeras y su distribución sin los adecuados controles fitosanitarios. - Medidas de divulgación y concienciación, principalmente dirigido al sector de plantas ornamentales, con el fin de que conozcan la problemática y tengan información para poder realizar una detección temprana de la infección, así como de las medidas a tomar. Desarrolladas - Evitar o regular la importación de palmeras desde España.

- Actuaciones directas para la eliminación de la infección en ejemplares infectados. Estrategias, Planes y/o Proyectos de Gestión/Control/Erradicación: - Plan franco-español para el seguimiento de la plaga (Hyères (Francia), 2001). Dificultad de control - El control es costoso, difícil y con graves implicaciones ambientales al precisar grandes cantidades de productos tóxicos para actuar sobre las palmeras infectadas.

Las primeras observaciones en Europa se produjeron los años 90 del siglo pasado en Cataluña, y posteriormente se han encontrado en otros países y Canarias. Su efecto sobre las palmeras autóctonas es devastador y su control muy dificultoso.