Tribulus terrestris L. Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

8972

Es especie circunmediterránea y del suroeste de Asia. Se encuentra en gran parte de la Península Ibérica e Islas Baleares, aunque no vive en zonas más húmedas y de montaña.

Florece y fructifica de marzo a octubre.

Vive en campos incultos, márgenes de caminos y zonas pisoteadas secas, hasta 1200 m.

Es considerada de interés alimentario para pavos, en Albacete, y conejos, en Salamanca. Sin embargo, las ovejas no la comen, según dicen en Mallorca. En medicina popular, la decocción de la parte aérea se ha empleado para bajar la tensión arterial en Castellón. Citada como estomacal, antidiarreica y en el tratamiento de dolencias hepáticas.

En Castellón se deja la parte aérea en agua durante una noche al sereno y al día siguiente se bebe el agua. Utilizada en general la infusión de la parte aérea como diurética y en casos de cólicos nefríticos para calmar el dolor y favorecer la expulsión de los cálculos renales. En algunas zonas de Castellón es curiosa la forma de utilización: se empleaba la parte aérea que se enrollaba como una madeja y se dejaba una noche en agua cuidando de que solo se empapara la mitad de la madeja; este agua se bebía a la mañana siguiente en ayunas, dejando en el agua la otra mitad hasta el mediodía, cuando se tomaba este agua.

El proceso se repetía por nueve días. En Mallorca se menciona su empleo como anticatarral. En Badajoz se aplicaba el cocimiento por vía tópica para sanar heridas; como antiséptico y astringente se cita en las comarcas centrales valencianas.

Es una planta bien conocida por las espinas de sus frutos que hacen que sean frecuentes los comentarios sobre el dolor que causan cuando te pinchas con ellos. Hay que estar atento para no pincharse, de ahí las denominaciones de abrojos o abre-ojos. En muchos lugares aluden a su capacidad punzante comentando que pueden pinchar las ruedas de las bicicletas, e incluso las de los coches.

Esta característica hace que sea también una planta molesta para el ganado. Considerada mala hierba en cultivos de secano y regadío. En Salamanca dicen que la presencia de abrojos indica mala calidad de las tierras.

Refiriéndose a su mala fama como planta que pincha, se recoge este dicho popular en Salamanca: “para los ojos, abrojos, que son malos y peligrosos”.