Martes foina (Erxleben, 1777) Nombre preferente:

Garduña

Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

11289

Desde el sur de la Península Ibérica hasta el norte de Polonia. Presente en las islas mediterráneas de Corfú y Rodas, ausente en las Islas Británicas y en Escandinavia. Se extiende además por el Cáucaso, Kazajstán, Mongolia y por el Himalaya hasta China. Presente en casi toda la España peninsular.

Ausente de las Islas Baleares, fue introducida en la isla de Ibiza pero está extinta en la actualidad. Ausente también de las Islas Canarias y de los territorios del norte de África.

Presenta implantación diferida. El celo ocurre entre junio y mediados de agosto. En ocasiones puede tener un segundo celo en febrero. La gestación en sí dura entre 55 y 60 días y los partos ocurren entre marzo y abril.

Las camadas tienen de dos a cuatro crías, excepcionalmente cinco. Las crías nacen ciegas. La lactancia dura hasta los tres meses de vida y las crías pasan largos períodos de adiestramiento junto a sus progenitores.

Su esperanza de vida se estima entre los 8 y 10 años, excepcionalmente 14.

Ocupa una gran diversidad de hábitats, desde zonas de estepa, bosque mediterráneo adehesado, y bosque caducifolio o de coníferas. Se adapta particularmente bien a ambientes rupícolas, pero lo más característico es su tolerancia y adaptación a lugares habitados por el hombre. En el sur de Europa su acercamiento al hombre está restringido al medio rural (graneros, establos, áticos), pero en el centro de Europa coloniza también ambientes puramente urbanos e incluso vive en parques y edificios de grandes ciudades.

Su alimentación es típicamente generalista y con gran variación estacional. La dieta se basa en micromamíferos (Apodemus, Microtus) y aves de medio y pequeño tamaño (Turdus, Erythacus). Localmente se ha observado un consumo abundante de conejos y caza menor. Su lista de presas incluye también a pequeños reptiles, y estacionalmente frutas (Rubus, Rosa, Malus).

Entre los granjeros tiene a veces mala reputación al considerarla una especie sanguinaria y que ocasiona graves daños durante sus incursiones a los corrales.

Es una especie territorial, vive en solitario y el territorio de las parejas reproductoras tan sólo coincide parcialmente durante la época de celo. El tamaño de su territorio es muy variable, dependiendo de la disponibilidad de alimento. En ambientes humanizados es muy reducido, pero en ambientes silvestres puede abarcar áreas de hasta 2 km2. Se ha sugerido la existencia de competencia ecológica con M.

martes, originada en parte por su gran parecido en tamaño, comportamiento y área de distribución. Sin embargo, si se analizan sus características morfológicas en las zonas de simpatría y alopatría de ambas especies, parece que no existe tal competencia, o que de existir no constituye un condicionante importante para su ecología.

Su piel carece en la actualidad de interés comercial, por lo que su caza directa es escasa. La mayoría de las capturas son el resultado de campañas locales de control de depredadores, por la creencia de que se trata de una especie dañina para la caza menor. La especie no parece sufrir ninguna amenaza medioambiental en particular. Su carácter generalista, en cuanto a la selección de hábitat, le hace menos vulnerable que la marta a la reducción de los bosques autóctonos.