Rhinella marina (Linnaeus, 1758) Nombre preferente:

Sapo marino

Ámbito:

Terrestre

    Origen:

No nativa

    Identificador:

24210

Originario de la zona norte de Sudamérica (Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Colombia, Paraguay, Venezuela, Guyana, Perú, Trinidad y Tobago), América Central y norte de Méjico hasta el extremo sur de Texas (EEUU).

Aunque originaria de la selva tropical húmeda, da muestras de una gran plasticidad ecológica. Puede ser frecuente en zonas antropizadas y cerca de las casas. Las puestas son depositadas en cursos de agua lentos y los huevos son dispuestos en cadenas largas de una sustancia gelatinosa que puede contener más de 35.000. La eclosión se produce entre 48 y 72 horas tras la puesta.

Dependiendo de la temperatura del agua, disponibilidad de alimento, densidad poblacional y otros factores ambientales la metamorfosis de renacuajo a sapo tiene lugar entre los 10 días y 180 días desde la eclosión. En las primeras fases de vida los sapos no se alejan demasiado del agua pues su metabolismo no está aún adaptado a las condiciones de sequedad. Los adultos copan los refugios apropiados y los más jóvenes se ven forzados a buscar nuevos lugares donde vivir colonizando así nuevas zonas y forzando la dispersión de la especie.

Los adultos permanecen ocultos durante el día y su actividad es nocturna y generalmente no se alejan más de entre 25 m y 200 m de la charca más cercana. Durante la estación seca estivan para protegerse de la deshidratación enterrándose u ocultándose bajo troncos, piedras, etc. Almacenan reservas de agua en su vejiga.

En invierno pueden permanecer inactivos durante algún tiempo. La alimentación del sapo marino se basa en cualquier objeto en movimiento que sea capaz de engullir, esto incluye otros anfibios (incluso de su propia especie), reptiles, aves y mamíferos pequeños, así como una gran variedad de invertebrados terrestres y acuáticos. Según algunos autores comen también materia orgánica inerte (a diferencia de otros anuros) que comprendería desde vegetales a heces de otros animales.

Los renacuajos se alimentan principalmente de algas. Como mecanismo disuasorio frente a los ataques, este anuro recurre a la producción de sustancias químicas defensivas. La toxicidad se da, en distinta medida, en todas las fases de la vida de este sapo incluyendo los huevos y renacuajos, por lo que los depredadores de las larvas también están en peligro potencial de envenenamiento.

La longevidad máxima conocida es de casi 16 años pero es posible que puedan alcanzar los 40 años como otras especies del mismo género.

Hábitat en su área de distribución natural - Es originario de la selva tropical húmeda donde se encuentra desde el nivel del mar hasta los 1600 m de altitud. Hábitat en su área de introducción - Puede encontrarse en marismas salobres (resisten una salinidad de hasta 10 ppm), charcas, estanques, lagos, lagunas, riachuelos, etc. Es frecuente encontrarlos inmóviles y al acecho, cerca de fuentes de iluminación urbanas, comiendo todos los invertebrados que son atraídos por la luz. Los adultos viven bien a temperaturas comprendidas entre los 16,8ºC y los 42ºC.

Si la temperatura es inferior a 16,8ºC por mucho tiempo, la actividad cesa y pueden llegar a morir por inanición. - Los ambientes áridos suponen una barrera para la invasión por parte de esta especie ya que, aunque los adultos son capaces de soportar niveles de humedad relativa bajos, pueden morir por deshidratación si la exposición a estos factores es prolongada. El agua es necesaria para la fase larvaria y, por ello, para poder completar el ciclo vital.

- Los renacuajos son extremadamente resistentes a temperaturas altas, llegando a sobrevivir a los 40ºC. Como refugio utilizan troncos huecos, grietas, huecos, etc. - Los renacuajos pueden sobrevivir hasta 10 horas sin agua siempre y cuando el sustrato esté empapado.

Sobre el hábitat: alteración de la cadena trófica y desequilibrio por su acción sobre presas potenciales y por la muerte por envenenamiento de depredadores potenciales. Sobre las especies: (1) Depredación. (2) Competencia, reducción o alteración por el espacio o los recursos. (3) Trasmisión de enfermedades y parásitos.

Los sapos marinos son portadores de cepas de Salmonella zoonóticas y del hongo letal para los anfibios causante de la enfermedad Chytridiomicosis. (4) También son portadores de hemoparásitos y parásitos que afectan a los humanos como el nemátodo Ascaris lumbricoides. Un parásito que se localiza en los pulmones y fatal para muchas especies de anfibios, Rhabdias sphaerocephala, se ha encontrado en estos sapos.

(5) Las bufotoxinas son letales con frecuencia para sus depredadores, lo que ocasiona muertes de mascotas pero también de fauna salvaje (6) Facilitan el desarrollo de otras especies invasoras. Sobre los recursos económicos asociados al uso del patrimonio natural: no se han descrito. Sobre la salud humana: (1) El veneno, exudado por las parótidas y otras glándulas a lo largo del cuerpo, es una secreción lechosa (que contiene el alcaloide Bufotoxina) con alta capacidad irritante tanto de la piel como de las mucosas produciendo, en humanos, ceguera temporal muy dolorosa.

(2) La capacidad de alimentarse de heces, incluidas las humanas en zonas de vertido de aguas fecales constituye un importante factor de transmisión de enfermedades infecciosas.

La alimentación del sapo marino se basa en cualquier objeto en movimiento que sea capaz de engullir, esto incluye otros anfibios (incluso de su propia especie), reptiles, aves y mamíferos pequeños, así como una gran variedad de invertebrados terrestres y acuáticos. Según algunos autores comen también materia orgánica inerte (a diferencia de otros anuros) que comprendería desde vegetales a heces de otros animales. Los renacuajos se alimentan principalmente de algas.

En crecimiento.

En invierno pueden permanecer inactivos durante algún tiempo.

Las puestas son depositadas en cursos de agua lentos y los huevos son dispuestos en cadenas largas de una sustancia gelatinosa que puede contener más de 35.000. La eclosión se produce entre 48 y 72 horas tras la puesta.

Introducción voluntaria para control biológico, investigación, industria biomédica, industria peletera y como mascota.

Liberaciones intencionadas o escapes accidentales de núcleos zoológicos o terrarios. En la actualidad, no se conocen poblaciones naturalizadas en territorio español.

Propuestas - La mejor técnica de manejo es la prevención. La presencia de Bufo marinus es totalmente indeseable en cualquier localidad fuera de su rango de distribución original. Debe difundirse suficientemente la información necesaria para su identificación en el campo para proceder a la eliminación temprana de cualquier conato de naturalización. - Como protección frente a secreciones tóxicas se recomienda el uso de guantes de látex para su manipulación.

- El vallado con malla metálica hasta una altura de 50 cm ha demostrado su eficacia en la contención de esta especie. - Captura individualizada y caza nocturna usando el reflejo de inmovilización frente a luz brillante; frecuente en muchos anfibios. - Recolección y retirada de las puestas.

- Realizar un control de la población eliminando las los renacuajos. - Drenaje de charcas y estanques para controlar los renacuajos. Dificultad de control - Aunque actualmente no existe referencias de su naturalización, la gran plasticidad ecológica y adaptabilidad de esta especie supone un riesgo para su control en el caso de que ocurriera.

Se debe evitar su establecimiento en el medio natural.

Actualmente no se han descrito poblaciones naturalizadas en España. Dentro del Atlas y Libro Rojo de los anfibios y reptiles de España, se cita como una de las especies esporádicamente encontradas en territorio español, siempre ejemplares solitarios. Corresponden a casos de liberaciones voluntarias o escapes accidentales a partir de terrarios o núcleos zoológicos (definidas como fugitivas), y normalmente no se reproducen en la naturaleza (definidas como especies aclimatadas). La presencia de poblaciones naturalizadas supone una modificación de las cadenas tróficas de los ecosistemas, así como una grave competencia por alimento y espacio con las especies autóctonas y la transmisión de parásitos y enfermedades.