Crepis granatensis (Willk.) Blanca & Cueto Nombre preferente:

Crepis de Granada

Ámbito:

Terrestre

    Identificador:

208

Endémica de Sierra de Mágina (Jaén) y Sierra de la Sagra (Granada). Se ha citado además en varias localidades de las serranías de Cazorla-Segura (Jaén) y en la Sierra de Gádor (Almería), donde no se ha localizado recientemente. Tiene protección legal, a niveles regional y europeo.

Los rizomas son capaces de brotar aunque se pierda la frágil parte aérea por desplazamiento de las gleras, lo que constituye una excepcional adaptación a su hábitat. Flores hermafroditas, polinizadas por insectos, frecuentemente himenópteros y lepidópteros. La dispersión de los aquenios es anemocora, gracias a la presencia de vilano. Se ha comprobado que produce un alto porcentaje de semillas vanas; se ha obtenido un máximo de un 40% de germinación en condiciones experimentales de temperatura alternante 20/26 ºC y fotoperiodo de 16 horas de luz; la supervivencia de las plántulas es baja, incluso en condiciones controladas en invernadero.

Vive en gleras calcáreas de alta montaña, en fuertes pendientes que provocan desplazamientos frecuentes de las piedras, en el dominio de la serie oromediterránea bética basófila de Juniperus sabina (Daphno oleoidis-Pineto sylvestris S.). Convive con Platycapnos saxicola, Lactuca perennis subsp. granatensis, Jurinea fontqueri, Andryala agardhii, Vicia glauca subsp. giennense, Rumex scutatus, Silene vulgaris subsp.

commutata, Bunium alpinum subsp. macuca, Cerastium gibraltaricum, Vella spinosa, Erinacea anthyllis, etc.

Según todas las evidencias, se encuentra en franca regresión, ya que ha desaparecido de buena parte de su área de distribución. Solo 2 de sus poblaciones cuentan con más de 2.000 individuos. La gran especificidad de su hábitat impide que su área de distribución sea más amplia. La superficie de ocupación real es inferior a 4 km2, con una densidad media de 0,07 individuos/m2.

Incluir en CNEA. Controlar los herbívoros. Cultivo y propagación, continuar estudios de biología reproductiva. Reintroducir la especie en el P.

Natural de Cazorla, Segura y las Villas. Control demográfico bienal. Incluir la Sierra de la Sagra en algún espacio protegido o establecer una microrreserva.

Prohibir el descenso de montañeros por las gleras.

Escasa plasticidad ecológica; las gleras son un hábitat muy específico y escaso. Los herbívoros provocan una pérdida de calidad del hábitat por nitrificación, con la consiguiente invasión por parte de especies nitrófilas. Los corrimientos producen el deterioro de muchos individuos; se deben al paso de los herbívoros y al descenso de los montañeros por las gleras. Ambas acciones producen declinación y, a veces, fragmentación.

Existe un plan de recuperación para la especie en la Comunidad Andaluza. En el P. Natural de Sierra Mágina existe un vallado parcial y está previsto otro donde cohabita con Jurinea fontqueri; la zona ha sido propuesta como LIC por la Junta de Andalucía; la Sierra de la Sagra está incluida en el LIC "Sierras del Nordeste". Hay semillas en el banco de germoplasma vegetal andaluz.