Vibertiola cinerea (Horváth, 1907) Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

10899

Especie holomediterránea restringida. Se conoce de Argelia, Egipto, incluido el Sinaí, del Yemen y de la isla de Sicilia. Por lo que concierne a los registros españoles, ha sido citada de las provincias de barcelona y Tarragona. En la provincia de barcelona, concretamente del Parque Metropolitano de Collserola (Valldoreix, el Papiol y barrio de Canyelles), del Parque Natural del Garraf (bruguers) y del Prat de Llobregat (Sant Climent de Llobregat).

En la provincia de Tarragona de Ulldecona y de su término municipal. En total son siete las localidades: el Papiol, Valldoreix, barrio de Canyelles en la ciudad de barcelona, bruguers en el municipio de Gavà (provincia de barcelona), Sant Climent de Llobregat (provincia de barcelona), Ulldecona y la urbanización San Ramón (provincia de Tarragona). La localidad del barrio de Canyelles viene citada como “Parque Metropolitano de Collserola” en Ribes et al.

(2000). A lo largo del período de muestreo se ha prospectado la especie sin éxito en las siguientes localidades: begues, Sitges, Malgrat de Mar, Arenys de Munt i Mataró (provincia de barcelona), l'Ametlla de Mar i l'Ampolla (provincia de Tarragona), Garriguella (provincia de Girona), Rivas, Vaciamadrid , Aranjuez (Madrid), Calpe (provincia de Alicante), Dehesa del Saler, Oliva (provincia de Valencia), Facinas (provincia de Cádiz), la Palomera (provincia de Córdoba) y Estepona (provincia de Málaga.

Se ha estudiado el ciclo de Vibertiola cinerea en cautividad. Especie con una sola generación anual. Los adultos se encuentran desde marzo hasta octubre. Las ninfas del estadío I se encuentran a partir de junio; las de los últimos estadíos son capaces de hibernar.

En Ribes y Ribes (2001) se encuentran más detalles de la biología de este redúvido.

Vibertiola cinerea vive entre las hojas basales de la gramínea conocida como cerrillo (Hyparrhenia hirta (L.) Stapt), característica de los prados secos. Esta gramínea sirve a Vibertiola cinerea para camuflarse y acechar a sus presas, ya que la silueta y coloración del insecto mimetizan extraordinariamente el aspecto de su huésped. V. cinerea es un depredador polífago de todo tipo de presas que pueda dominar.

Se trata de una especie con poblaciones muy fragmentadas. En las zonas donde su hábitat se mantiene estable puede encontrarse de forma regular. El problema es que en los últimos 50 años el hábitat de esta especie, los prados secos de cerrillo, ha sufrido una fuerte regresión. En todos los casos el área de ocupación está muy reducida debido a la especificidad de su hábitat.

La conservación de Vibertiola cinerea está estrechamente vinculada a la conservación del hábitat que le da cobijo, el prado sabanoide de cerrillo. Así, para conservar este primer estadio en la sucesión vegetal hacia la comunidad clímax, es necesario: - Incentivar la perduración del prado seco con acciones de pastoreo y evitando la reforestación de las áreas que ocupa. - Promover la educación ambiental y la difusión de los valores naturalísticos del prado seco, de modo que éstos vayan adquiriendo aceptación creciente entre el público.

La especie tiene un área de distribución fragmentada y un área de dispersión restringida a la presencia de su planta huésped. Asimismo, la distribución de los prados secos de Hyparrhenia hirta se concentra en el litoral mediterráneo, y éstos prados han sufrido una importante regresión desde los años 50 hasta la actualidad (bolòs, 2000). Son comunidades inestables, y las amenazas que pesan sobre ellos son varias. Por una parte, la normal sucesión vegetal hacia la comunidad clímax en el área litoral mediterránea lleva desde el prado seco hasta el encinar mediterráneo.

El proceso conduce finalmente a una uniformización del paisaje por la progresiva expansión de la vegetación arbórea. Desde los años 50 del pasado siglo, la menor ocupación del territorio por actividades agrícolas y ganaderas ha contribuido a dicha uniformización, que sustituye al característico paisaje en mosaico donde otras asociaciones vegetales, entre ellas el prado seco, tenían una importante representación. Este ha sido el caso, por ejemplo, de la localidad de Valldoreix, donde el hábitat ha desaparecido por abandono de la tierra y el normal desarrollo de la sucesión vegetal.

Por otra, los prados secos son muy vulnerables por causa de los incendios. Además, en los parques litorales, como el Parque Metropolitano de Collserola o el Parque Natural del Garraf, hay que tener en cuenta la amenaza de la reforestación que se ha potenciado con el ánimo de dar al público la imagen boscosa que desea de una zona silvestre, y de reducir el riesgo de incendio al reducir los inflamables prados secos. Otro factor importante es, en la mayoría de casos, la proximidad a áreas urbanizadas y, por lo tanto, su amenazada de deterioro por la presión humana.