Centaurea citricolor Font Quer Nombre preferente:

Cardillos de escobas

Ámbito:

Terrestre

    Origen:

Nativa

    Identificador:

3243

Endemismo del centro de la península Ibérica, circunscrito al extremo oriental de Sierra Morena y a Sierra Madrona, entre las provincias de Ciudad Real y Jaén.

Hemicriptófita alógama (autógama), entomófila generalista, barocora, con capacidad de propagación asexual por emisión vegetativa de rosetas foliares desde la raíz; número cromosomático: 2n = 36 + 0-1 B2; no hay constancia de hibridación. La herbivoría por ungulados silvestres y pastoreo puede ser intensa en algunas localidades.

Ocupa claros de bosques esclerófilos y matorrales silicícolas. Por su carácter heliófilo y colonizador, en la actualidad prolifera con cierta facilidad en hábitats secundarios asociados a bordes de caminos y taludes en general, así como en márgenes y amplios claros de pinares repoblados sobre suelos de naturaleza cuarcítica. Entre las especies acompañantes destacan por su afinidad ecológica con el taxón: Arbutus unedo, Phillyrea angustifolia, Cistus ladanifer, C. populifolius, Genista hirsuta, Erica arborea, E.

umbellata, Halimium umbellatum subsp. viscosum, y diversas quercíneas silicícolas (Quercus suber, Q. ilex subsp. ballota, Q. pyrenaica). Como hábitat secundario, vive en pastizales de Tuberarion, junto con Agrostis castellana, Dactilys glomerata, Tuberaria guttata, Carlina corymbosa, Andryala integrifolia.

Actualmente se conocen 20 poblaciones repartidas entre dos grandes grupos geográficos: uno situado en el extremo oriental de Sierra Morena (10 poblaciones) y otro núcleo en Sierra Madrona (10 poblaciones), separados entre sí por unos 30 km. Es probable, no obstante, que existan poblaciones intermedias no descubiertas aún. Éxito reproductivo: 51% de individuos alcanza la madurez reproductora anualmente; número medio de capítulos por individuo fértil: 8,7; número medio de flores fértiles por capítulo: 15,3; número medio de cipselas aparentemente viables por capítulo: 8,5 (rango: 1-19). Además, el taxón muestra cierta capacidad de formar bancos de semillas persistentes en el suelo.

La tasa de renovación vegetativa, por rebrote de estolones, es mayor (74%) que la de reclutamiento a partir de semillas (26%). La especie presenta una estructura demográfica equilibrada, con abundancia de juveniles, por lo que se descartan restricciones significativas al reclutamiento. De hecho, la mayoría de las poblaciones muestran estabilidad demográfica.

Sólo en dos localidades se ha constatado un declive poblacional preocupante.

Control de la presión herbívora en zonas pastoreadas. Control de los aprovechamientos forestales en pinares de repoblación, mitigando los daños por arrastres de madera y promoviendo el clareo de la espesura del arbolado en áreas donde habite la especie. Control del uso de biocidas en zonas cultivadas dentro del área de distribución de la especie. Seguimiento demográfico y vigilancia del hábitat, como medida general.

Las principales amenazas que se ciernen sobre las poblaciones de C. citricolor son las reforestaciones con pinos, en las que se ha observado que la espesura de las copas desplaza a la especie por falta de luz, además de las operaciones de arrastres de madera que destruyen las plantas; otras amenazas reales son: la actividad ganadera cuando hay sobrepastoreo, y el uso de biocidas en campos agrícolas ubicados en su área de distribución. La ampliación de vías de comunicación (caminos y carreteras) podría afectar negativamente a algunas poblaciones que actualmente crecen en los espacios abiertos adyacentes.

Considerado endemismo exclusivo de Andalucía, Sierra Morena, zona de Despeñaperros; existe también en Ciudad Real.

La inmensa mayoría de las poblaciones quedan dentro de los límites del P. Natural de Despeñaperros, P. Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, y del LIC-ZEPA “Sierra Morena”. Se conservan accesiones de semillas del taxón en diversos bancos de germoplasma españoles.