Nombre | Figura de protección | Descripción |
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Urdaibaiko itsasertzak eta padurak / Zonas litorales y marismas de Urdaibai |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Este espacio se sitúa en el tramo costero vizcaíno, y comprende el estuario y la zona de influencia marítimo-terrestre de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, incluyendo la franja costera hasta el cabo de Matxitxako, por un lado, y hasta Punta Arbolitz, por otro. La ría y la marisma de Urdaibai ocupan el fondo del valle del río Oka, con una longitud aproximada de 10 km y una anchura de 1-2 km. Además, se incluye la isla de Izaro, situada frente a la entrada del estuario.
De acuerdo con la ordenación de la Reserva, pueden distinguirse varias unidades ambientales: el área de la ría y el del litoral.
El área de la ría se corresponde con la zona marítimo-terrestre que configura el sistema estuarino y las marismas. A su vez, en esta zona se distinguen zonas intermareales y supramareales constituidas por fangos con o sin vegetación, zonas de marismas, en algunos casos aisladas de la dinámica mareal por lezones, munas o muros de contención, zonas intermareales y supramareales de arenas y zonas supramareales constituidas por el cauce de la ría.
El área del litoral está definida por la zona de influencia marítimo-terrestre de la costa comprendida entre el cabo Matxitxako y Punta Arboliz, integrando las islas de Izaro, Txatxarramendi y Kanala (San Antonio).
El área de la ría constituye un sector llano que se ve invadido por el agua durante las pleamares. En esta zona se han construido diques y excavado canales de drenaje para el aprovechamiento agrícola de los terrenos. El más importante de estos canales discurre desde el casco urbano de Gernika hasta la altura de Murueta, por el centro de la ría, y por él discurre en la actualidad el río Oka. Parte de estos prados siguen siendo pastados y segados, pero en algunos la falta de mantenimiento y el vaivén de las mareas han acabado por destruir los diques, restaurándose hábitats originarios de marisma.
La zona del litoral alberga diversos acantilados que no son de gran desarrollo, salvo en el caso de los que se ubican en el cabo Ogoño. Éstos alcanzan 305 metros de altitud y están constituidos por calizas arrecifales del Cretácito Inferior que en su proceso de karstificación han dado lugar a varias grutas, simas y furnias. Frente a la ría de Oka se sitúa la pequeña isla de Izaro (0,15 km2), de escasa altitud (50 m), y en la que no existe vegetación arbórea. Paisajísticamente, esta isla es un elemento muy destacado en la salida de la ría hacia el mar.
La playa de Laga se encuentra en las proximidades del cabo de Ogoño y está formada por depósitos arenosos del Cuaternario. En esta zona se desarrolla una vegetación propia de arenales costeros, con especies que resultan raras en la Comunidad Autónoma del País Vasco dada la escasez de este tipo de ambientes.
La utilización turística de las playas y ambientes de costa es intensa, sobre todo en verano, por parte de bañistas y pequeñas embarcaciones. Leer más
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Urdaibaiko artadi kantauriarrak / Encinares cantabricos de Urdaibai |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
El espacio comprende amplias masas de encinares cantábricos desarrollados en ambas márgenes de la ría de Gernika o de Urdaibai. La cobertura vegetal está formada principalmente por bosques perennifolios y forman parte importante del conjunto de especial interés paisajístico de Urdaibai.
Las calizas del Cretácico Inferior dominan estos montes que se encuentran fuertemente karstificados, con sus consiguientes dolinas y cuevas. Por esta razón el desarrollo de los suelos es escaso y abundan los tramos pedregosos, especialmente en las crestas y laderas más empinadas.
En la margen izquierda de la ría se levanta una estrecha alineación montañosa, de escasa altitud, con laderas empinadas y crestas afiladas que se encuentra dividida en dos sectores separados por una depresión.
En la margen derecha se extiende otra alineación montañosa, resultando un relieve abrupto pero sin que lleguen a desarrollarse roquedos de importancia, presentando abundantes dolinas. En el sector de Atxarre-Ereñozar-Aozar los encinares alcanzan su representación más extensa.
Los árboles que conforman el bosque son, principalmente, rebrotes de cepa y tienen porte juvenil debido al aprovechamiento tradicional para extracciones de leñas, tanto para el hogar como para la fabricación de carbón vegetal. Esta circunstancia hace que el bosque tenga una estructura espesa y prácticamente impenetrable.
Los incendios ocurridos en 1989 devastaron buena parte del encinar. En la actualidad se puede comprobar que las zonas afectadas van cubriéndose nuevamente gracias a la capacidad de rebrote de las encinas.
En algunas zonas de suelo más profundo se han realizado plantaciones forestales sobre todo a base de Pinus radiata, con sus consiguientes pistas de acceso y explotación. Leer más
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Urkiola |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Los montes del Duranguesado, en el sureste de Bizkaia, se caracterizan por la alineación de grandes crestas calizas que se elevan, casi en vertical, sobre los valles atlánticos del Atxondo, Arratia, Otxandio y Aramaio, entre las cuencas de los ríos Ibaizabal y Arratia. Forman esta alineación, de oeste a este, Aramotz-Mugarra-Untzillatx-Aitztxiki-Alluitz-Anboto, con cimas máximas que alcanzan los 1.300 m. Esta cadena se ve cortada por dos angostos desfiladeros: Mañaria y Atxondo. De esta cadena principal salen hacia el sur dos ramales: Eskuagatz y Arangio. Desde el extremo meridional de Eskuagatz los roquedos van perdiendo altura en dirección oeste hasta las proximidades de Dima.
Todos estos montes tienen una topografía sumamente abrupta, con roquedos, lapiaces y canchales. Desde Eskuagatz parte una cresta de perfiles redondeados que, pasando por Saibigain, Urkiola y Urkiolamendi, llega hasta Pol-pol y, además de servir de divisoria de aguas entre el Cantábrico y el Mediterráneo, cierra por el sur las cubetas de Mañaria y Atxarte y va cayendo con suaves pendientes hacia Otxandio y Olaeta.
Desde el punto de vista paisajístico, estas peñas y montes conforman un entorno de gran belleza y espectacularidad, que, además, es observable desde una amplia cuenca, dada la relativa amplitud de los valles adyacentes.
Toda la zona de cresteríos y roquedos está conformada por calizas arrecifales del Aptiense-Albiense (Cretácico Inferior) fuertemente karstificadas, por lo que se forman numerosas cuevas, grietas, dolinas, simas, etc. Estos peñascos se elevan bruscamente de los valles gracias a la erosión diferencial, que ha preservado las rocas más duras. Las calizas arrecifales dan lugar a suelos básicos pero de escasa cobertura. La zona comprendida entre Atxarte, Saibigain, Oleta y Zabalandi, es decir, la mayor parte del resto del área, está formada por areniscas del Albiense (Cretácico Inferior). Este sustrato da lugar a suelos ácidos y de textura arenosa. Además existe una banda de margas y arcillas del Aptiense-Albiense (Cretácico Inferior) entre Mañaria e Iturriotz. Los suelos a que da lugar suelen ser de carácter ácido, debido fundamentalmente al lavado por las fuertes precipitaciones que se registran en la zona.
El pastoreo extensivo, ancestral, ha sido la base de subsistencia para un buen número de habitantes de la comarca. Esta actividad ha propiciado una fuerte deforestación en la zona. A este fenómeno han contribuido también la tala de árboles para madera de construcción, el carboneo y la extracción de leñas.
Buena parte de los matorrales de sustitución y algunos bosquetes más o menos alterados que quedaban a principios de siglo han sido utilizados para la plantación de especies arbóreas de crecimiento rápido, principalmente coníferas, como Pinus radiata, Chamaecyparis lawsoniana y Larix kaempferi. Los trabajos forestales han traído consigo la construcción de numerosas pistas y la remoción de muchas parcelas.
Las rocas calizas que conforman estos montes han gozado de gran fama por su calidad para la construcción en general, por ello son numerosas las canteras que se han explotado en el área de Urkiola. Una parte de ellas se encuentran cerradas y abandonadas, aunque las de mayor envergadura, siguen en activo. Para las existentes en el interior del espacio, en el desfiladero de Atxarte, se ha aprobado un plan de restauración.
La afluencia de público a estos montes es muy elevada, especialmente en el área del puerto de Urkiola. En ella se sitúa el Santuario de San Antonio, de gran tradición religiosa y donde se celebran gran número de peregrinaciones, romerías, etc. Además, es un buen punto de partida para muchas rutas montañeras y está dotado de aparcamientos, bares-restaurante y áreas recreativas. Estos montes han sido y son unos de los más frecuentados por los amantes de los deportes de montaña y en ellos, concretamente en Atxarte, se sitúa una veterana escuela de escalada. Leer más
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Lea ibaia / Rio Lea |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
El río Lea es un río cantábrico cuya cuenca abarca 82 km2. El curso principal recibe los aportes de un gran número de pequeños arroyos, desde su nacimiento en el monte Oiz hasta su desembocadura en la localidad costera de Lekeitio. Se trata de una cuenca menos poblada que otras vecinas, sin grandes núcleos de población ni zonas industriales, siendo Aulestia en su tramo medio y Lekeitio, en su estuario, los dos enclaves urbanos más importantes.
Los prados y las plantaciones forestales (pinos y eucaliptos) dominan el paisaje. Del bosque autóctono quedan pequeños reductos de robledal y algunas laderas cubiertas de encinar cantábrico. El estrecho fondo del valle por donde discurre el río Lea está aprovechado con cultivos, prados y, en menor medida, plantaciones forestales. En muchos casos, la aliseda se ve reducida a una fila discontinua de árboles, llegando los mencionados usos prácticamente hasta el cauce. Enlos tramos altos la vegetación de ribera está mejor conservada y en ella crecen alisos, robles, fresnos y avellanos.
El angosto valle del Lea está formado por terrenos de areniscas y arcillas en su tramo alto y calizas en buena parte de su recorrido. El lecho fluvial es pedregoso hasta su desembocadura, en la que la arena y limos dominan al conformarse una pequeña marisma. Leer más
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Artibai ibaia / Rio Artibai |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
La cuenca del río Artibai, de unos 103 km2 de superficie, es la más oriental de Bizkaia y se extiende en dirección sur-noreste. Prácticamente toda la longitud del río (unos 25 km) se ha integrado en el espacio, desde su nacimiento en el monte Oiz (1.026 m) hasta su desembocadura en el pueblo pesquero de Ondarroa.
En la zona alta de la cuenca dominan los usos agropecuarios y forestales, siendo frecuente que los prados y las repoblaciones de pinar (Pinus radiata) lleguen hasta el mismo cauce o bien la ribera se encuentre deforestada y colonizada por zarzas y herbáceas. Sin embargo, todavía subsisten retazos de vegetación de ribera bien conservada, con aliso, fresno y avellano. Como restos de los bosques autóctonos en la cuenca quedan algunos encinares cantábricos, principalmente sobre las calizas de la margen izquierda del río.
El lecho fluvial es pedregoso, con predominio de bloques o piedras, que alternan con gravas y arenas. Esto es reflejo de la variedad de sustratos por los que discurre el río Artibai, alternando las calizas con la arcilla y arenisca. Sobre las piedras del lecho del río es muy abundante la vegetación de algas y musgos. En los bordes del cauce crecen graccantidad de helechos y hepáticas.
En el tramo más bajo del río Artibai las condiciones cambian sustancialmente. En Markina se convierte en un río urbano, con canalizaciones para evitar las inundaciones y riberas deforestadas en su mayor parte, por lo que prolifera la vegetación herbácea, tanto en las riberas como dentro del cauce. La actividad industrial en los márgenes del río adquiere cierta importancia. De esta forma, la ría y el estuario del Artibai carecen de elementos ecológicos sobresalientes. Leer más
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Sierra de Gredos |
Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
En el centro de la península Ibérica, actuando de divisoria entre las cuencas del Duero y del Tajo, se levanta la cordillera Central, que alcanza en la sierra de Gredos su mayor relevancia. El tramo más ancho tiene 40 km en dirección Norte-Sur, y su longitud supera los 140 km en dirección Este-Oeste. Los materiales de la cordillera Central se originaron con el proceso tectónico que hizo emerger la península Ibérica de las aguas de un mar poco profundo, hace unos 300 millones de años, conformando estos materiales granítico-metamórficos la fracción más antigua del territorio hispano. Durante la Orogenia Alpina, estos materiales de nuevo fueron oprimidos entre dos placas terrestres. La consecuencia fue el levantamiento de la cordillera Central, fracturándose en bloques, unos elevados llamados «horsts» y otros hundidos, «grabens». Ya en el Cuaternario, la sierra sufrió importantes modificaciones a causa de la erosión de las aguas torrenciales, muy significativa en la vertiente meridional, y de la acción glaciar, principalmente en la vertiente septentrional, que impuso su peculiar morfología: valles en forma de ?U?, circos y lagunas glaciares, hombreras y morrenas. Se han contabilizado 41 glaciares en Gredos, con sus tres subtipos más característicos: de valle (Glaciar de la Nava, Glaciar de Bohoyo, Glaciar de Gredos...), de circo (Glaciar de la Cruz, Glaciar de Gamellones...) y de ladera (Glaciar de las Chorreras, Glaciar del Canchito...), constituyendo así el mejor conjunto de glaciarismo cuaternario en el interior de la Península.
El corazón del Parque lo constituye el Circo de Gredos, en cuyo fondo se ubica la Laguna Grande, rodeada de un entorno en el que los cuchillares, galayos, riscos, gargantas y cubetas marcan los contrastes de un relieve accidentado, presidido por el pico Almanzor, que con sus 2.592 metros, es la máxima altura de todo el Sistema Central. El modelado periglaciar, mediante la gelifracción o rotura de las rocas por el aumento de volumen del agua infiltrada en sus grietas cuando se congela, origina el aspecto picudo de estas cumbres, con sus cuchillares ?«Los Galayos»?, canchales, etc.
Debido a su situación geográfica, a los fuertes desniveles y a la distinta orientación de sus laderas, la sierra de Gredos representa un lugar excepcional en cuanto a su diversidad florística. Las diversas especies vegetales aparecen distribuidas en pisos superpuestos que alcanzan su culminación en el piso alpino, el más interesante de todos ya que en el mismo se han localizado un gran número de endemismos botánicos. En la cara norte el matorral es predominante, ya sea el piornal o la mezcla de leguminosas. La escasa vegetación arbórea de la cara norte está constituida principalmente por los pinares de Pinus sylvestris de Navarredonda de Gredos y Hoyos del Espino, así como por manchas de rebollo en el valle del Tormes. La encina se presenta predominante en estrato arbustivo con algunas formaciones adehesadas muy escasas. El mosaico de la vegetación se completa con la existencia de praderías naturales, pastos de siega, frutales y cultivos en los alrededores de los pueblos. En la cara sur, por el contrario, abundan los pinares de Pinus pinaster, alternándose con cultivos de olivos, viñas, cerezos e higueras en terrazas y bancales, o pequeñas masas de castaños (Castanea sativa) en las laderas que cobijan a los núcleos de población. La zona llana se dedica a cultivos o pastos extensivos y abiertas dehesas de encina, alcornoque o rebollo. Aparecen aquí jarales y brezales ocupando grandes extensiones. En las márgenes de todos los cursos de agua se instalan especies ripícolas de un modo testimonial. Reseñar la presencia de pequeños grupos o ejemplares aislados de loros (Prunus lusitanica) que se encuentra en la parte baja de las gargantas de esta cara meridional.
La elevada altitud de esta Sierra, unida a la mayor continentalidad del clima en los pisos superiores, ha favorecido los fenómenos de aislamiento poblacional y la presencia de especies de fauna y flora de distribución típicamente eurosiberiana. Es de destacar la presencia de varias especies de flora rupícola endémicas de la sierra. Leer más
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Sierra de Gredos |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
En el centro de la península Ibérica, actuando de divisoria entre las cuencas del Duero y del Tajo, se levanta la cordillera Central, que alcanza en la sierra de Gredos su mayor relevancia. El tramo más ancho tiene 40 km en dirección Norte-Sur, y su longitud supera los 140 km en dirección Este-Oeste. Los materiales de la cordillera Central se originaron con el proceso tectónico que hizo emerger la península Ibérica de las aguas de un mar poco profundo, hace unos 300 millones de años, conformando estos materiales granítico-metamórficos la fracción más antigua del territorio hispano. Durante la Orogenia Alpina, estos materiales de nuevo fueron oprimidos entre dos placas terrestres. La consecuencia fue el levantamiento de la cordillera Central, fracturándose en bloques, unos elevados llamados «horsts» y otros hundidos, «grabens». Ya en el Cuaternario, la sierra sufrió importantes modificaciones a causa de la erosión de las aguas torrenciales, muy significativa en la vertiente meridional, y de la acción glaciar, principalmente en la vertiente septentrional, que impuso su peculiar morfología: valles en forma de ?U?, circos y lagunas glaciares, hombreras y morrenas. Se han contabilizado 41 glaciares en Gredos, con sus tres subtipos más característicos: de valle (Glaciar de la Nava, Glaciar de Bohoyo, Glaciar de Gredos...), de circo (Glaciar de la Cruz, Glaciar de Gamellones...) y de ladera (Glaciar de las Chorreras, Glaciar del Canchito...), constituyendo así el mejor conjunto de glaciarismo cuaternario en el interior de la Península.
El corazón del Parque lo constituye el Circo de Gredos, en cuyo fondo se ubica la Laguna Grande, rodeada de un entorno en el que los cuchillares, galayos, riscos, gargantas y cubetas marcan los contrastes de un relieve accidentado, presidido por el pico Almanzor, que con sus 2.592 metros, es la máxima altura de todo el Sistema Central. El modelado periglaciar, mediante la gelifracción o rotura de las rocas por el aumento de volumen del agua infiltrada en sus grietas cuando se congela, origina el aspecto picudo de estas cumbres, con sus cuchillares ?«Los Galayos»?, canchales, etc.
Debido a su situación geográfica, a los fuertes desniveles y a la distinta orientación de sus laderas, la sierra de Gredos representa un lugar excepcional en cuanto a su diversidad florística. Las diversas especies vegetales aparecen distribuidas en pisos superpuestos que alcanzan su culminación en el piso alpino, el más interesante de todos ya que en el mismo se han localizado un gran número de endemismos botánicos. En la cara norte el matorral es predominante, ya sea el piornal o la mezcla de leguminosas. La escasa vegetación arbórea de la cara norte está constituida principalmente por los pinares de Pinus sylvestris de Navarredonda de Gredos y Hoyos del Espino, así como por manchas de rebollo en el valle del Tormes. La encina se presenta predominante en estrato arbustivo con algunas formaciones adehesadas muy escasas. El mosaico de la vegetación se completa con la existencia de praderías naturales, pastos de siega, frutales y cultivos en los alrededores de los pueblos. En la cara sur, por el contrario, abundan los pinares de Pinus pinaster, alternándose con cultivos de olivos, viñas, cerezos e higueras en terrazas y bancales, o pequeñas masas de castaños (Castanea sativa) en las laderas que cobijan a los núcleos de población. La zona llana se dedica a cultivos o pastos extensivos y abiertas dehesas de encina, alcornoque o rebollo. Aparecen aquí jarales y brezales ocupando grandes extensiones. En las márgenes de todos los cursos de agua se instalan especies ripícolas de un modo testimonial. Reseñar la presencia de pequeños grupos o ejemplares aislados de loros (Prunus lusitanica) que se encuentra en la parte baja de las gargantas de esta cara meridional.
La elevada altitud de esta Sierra, unida a la mayor continentalidad del clima en los pisos superiores, ha favorecido los fenómenos de aislamiento poblacional y la presencia de especies de fauna y flora de distribución típicamente eurosiberiana. Es de destacar la presencia de varias especies de flora rupícola endémicas de la sierra. Leer más
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Pinar de Hoyocasero |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
El Pinar de Hoyocasero es un espacio de relieves moderados, situado entre los escarpes septentrionales del macizo de Gredos y los meridionales de las Sierras de Paramera y Serrota. Se enclava en el margen izquierdo de la fosa tectónica por la que discurre el río Alberche. El substrato sobre el que se asienta esta masa forestal es fundamentalmente granítico, pudiéndose encontrar afloramientos rocosos con formas típicas de berrocal.
Se trata de un enclave que conjuga ecosistemas de matorral mediterráneo, elementos florísticos eurosiberianos y elementos ibéricos de montaña. Su situación le confiere características de bosque isla. La vegetación está dominada por un bosque de pino silvestre (Pinus sylvestris) con rebollo (Quercus pyrenaica). En general el melojo ocupa las zonas bajas y las vaguadas y forma parte en muchos puntos del sotobosque del pinar, estando ocupadas las cotas más altas por escobonales y roquedos. En los fondos de vaguada, en zonas llanas sobre suelos temporalmente hidromorfos se encuentran prados mesófilos de siega y cervunales; en zonas de mayor hidromorfía aparecen de modo puntual comunidades higroturbosas. Leer más
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Sierra de la Paramera y Serrota |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Las sierras de Paramera y Serrota, como pertenecientes a la cordillera Central, se caracterizan por formar parte del zócalo hercínico constituido por materiales ígneos del paleozoico, fundamentalmente graníticos, y donde la tectónica de fractura es fundamental al elevar estos dos horst con una orientación longitudinal preferente E-O, sobre las fosas del Amblés y del Alberche a la vez que otra falla con dirección N-S los individualiza, la del puerto del Pico que se prolonga por el collado del puerto de Menga. Junto a ella destacar la presencia de diversas formas de modelado: arrasamientos erosivos, alteraciones de las rocas, encajamientos fluviales, pero reseñar especialmente el modelado glaciar y periglaciar, más importante el segundo (valles en cuna, nichos de nivación, pedreras,...) que el primero, reducido a formas de transición del modelado glaciar al nival.
Las cumbres de estas sierras están arrasadas por la erosión del glaciar cuaternario, siendo la sierra de la Paramera un ejemplo magnífico. Las cumbres de la cordillera Central fueron retocadas por los hielos cuaternarios, no quedando ajenos estos dos horts. Este macizo aislado, conoció la presencia de los hielos, los cuales dejaron labrados en estas rocas cristalinas cinco aparatos glaciares, siendo el más importante el glaciar de los Hornillos.
La formación de matorral es en este Espacio la predominante, ya sea el piornal, dominado por Cytisus oromediterraneus acompañado por Genista cinerascens, G. florida, y Cytisus scoparius, o la mezcla de diferentes especies de leguminosas y cistáceas, pudiéndose encontrar también helechares mezclados con un matorral de labiadas. En los lugares menos atacados por el fuego se encuentran enebrales de Juniperus communis subsp. alpina y de modo muy puntual comunidades con erizón (Echinospartum ibericum). Los pastizales, fruto del uso preferentemente ganadero del territorio, tienen gran importancia con la presencia de pastizales crioturbados de Festuca gredensis, y cervunales en los que domina Nardus stricta como comunidades más representativas, sin olvidar otros como berciales de Stipa gigantea, vallicares de Agrostis castellana o cerrillares de Festuca elegans.
Las formaciones arbóreas presentan escasa entidad, destacando las masas de Quercus pyrenaica en las partes bajas junto a las encinas, que adquieren casi siempre la forma de monte adehesado, y que han sobrevivido a la secular deforestación producida por quemas ganaderas reiteradas y sobrepastoreo. En las márgenes de los ríos aparecen retazos del típico bosque galería a base de chopos y sauces. Respecto a las masas de repoblación destacan los pinares de P. sylvestris y P. pinaster. Leer más
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Riberas del Rio Alberche y afluentes |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
El río Alberche discurre por terrenos graníticos, sirviendo de frontera natural entre las sierras de Gredos y de Guadarrama. El Espacio incluye varios tramos fluviales de la subcuenca del río Alberche: un tramo del río Alberche, un tramo del Arroyo de la Garganta de Navalacruz y un tramo del Arroyo del Horco. Estos tramos fluviales se caracterizan por presentar aguas oligotróficas y pobremente mineralizadas. Numerosos tramos de la zona presentan un estado de conservación y una belleza excepcionales, discurriendo el río entre gargantas y praderías, alternando tramos de aguas bravas con zonas remansadas y abundantes pozas. La vegetación de ribera está dominada principalmente por saucedas, fresnedas y alisedas. Leer más
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Encinares de la Sierra de Avila - ZEPA |
Zonas de Especial Proteccion para las Aves (Directiva Aves) (Categoría UICN: No aplica) |
El espacio forma parte de la sierra de Ávila y sus estribaciones, situado al oeste de la capital de esta provincia. Se trata de un territorio de relieves suaves, con una altitud media de 800-1.500 m, donde se alternan colinas y lomas redondeadas con valles poco profundos. Los sustratos predominantes son granitos de edad paleozoica y arenas silíceas fruto de su descomposición, siendo frecuentes los berrocales.
En el paisaje vegetal del espacio destacan las masas de encinar silicícola, con Juniperus oxycedrus y Lavandula stoechas pedunculata, adehesado en ocasiones y relativamente poco desarrollado pero que en ocasiones puede llegar a cubrir extensiones considerables de forma continua. Los escobonales de Cytisus scoparius y los jarales de Cistus ladanifer y Cistus laurifolius son los matorrales dominantes. Los usos ganaderos de buena parte del territorio favorecen el desarrollo de extensos pastizales de diferente naturaleza como vallicares, majadales y berceales. En la sierra nacen varios arroyos que pueden presentar algunos tramos con sotos relativamente bien conservados. Leer más
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Campo Azalvaro - Pinares de Peguerinos |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Este Espacio, compartido por las provincias de Ávila y Segovia, se caracteriza por presentar dos sectores claramente diferenciados. Por una parte, los alrededores de Peguerinos, en la cuenca alta del río Cofio, con cotas que alcanzan los 1.900 metros (Cueva Valiente), albergan importantes extensiones de pinares de pino silvestre (Pinus sylvestris), con presencia de pastizales, piornales y roquedos en las cotas más elevadas.
El otro sector lo constituye la comarca del Campo Azálvaro que se corresponde con la cuenca alta del río Voltoya, que forma un amplio valle de orientación nordeste-sudoeste con una altitud media elevada (1.250 metros), caracterizado por una extensa llanura dominada por pastizales. En algunos tramos del río todavía se conserva un bosque de ribera en bastante buen estado. En las zonas de menor altitud se encuentran pequeñas superficies de encinares y rebollares, apareciendo de forma aislada bosquetes de pinos, castaños, fresnos o robles en las laderas del valle del Voltoya que alternan en las zonas de mayor altitud con los piornales. En el Espacio se encuentra incluido el embalse del Voltoya (o de los Serones), creado en el año 1982. Leer más
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Encinares de los rios Adaja y Voltoya |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Situada al norte de la ciudad de Ávila, se trata de una zona de relieves suaves donde se alternan colinas y lomas redondeadas con valles poco profundos. La zona es atravesada por los ríos Adaja y Voltoya, que presentan bosques de ribera generalmente bien conservados, con muy buenos ejemplos en tramos determinados. Estos dos ríos discurren en este espacio por amplios valles en los que son frecuentes los berrocales.
La vegetación dominante es un encinar relativamente poco desarrollado pero que en ocasiones puede llegar a cubrir extensiones considerables de forma continua, predominando masas de encinar silicícola, con Juniperus oxycedrus y Lavandula stoechas pedunculata, tanto adehesadas como en su estado más natural. Los escobonales de Cytisus scoparius y los jarales de Cistus ladanifer y Cistus laurifolius son los matorrales dominantes. Los usos ganaderos de buena parte del territorio favorecen el desarrollo de pastizales de diferente naturaleza como vallicares, majadales y berceales.
El espacio incluye la laguna de Taeña, salina y de carácter estacional, masas de agua artificiales como las graveras de Maello junto al río Voltoya, muy naturalizadas en la actualidad, y el embalse de las Cogotas sobre el cauce del río Adaja. Leer más
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Encinares de la Sierra de Avila |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
El espacio forma parte de la sierra de Ávila y sus estribaciones, situado al oeste de la capital de esta provincia. Se trata de un territorio de relieves suaves, con una altitud media de 800-1.500 m, donde se alternan colinas y lomas redondeadas con valles poco profundos. Los sustratos predominantes son granitos de edad paleozoica y arenas silíceas fruto de su descomposición, siendo frecuentes los berrocales.
En el paisaje vegetal del espacio destacan las masas de encinar silicícola, con Juniperus oxycedrus y Lavandula stoechas pedunculata, adehesado en ocasiones y relativamente poco desarrollado pero que en ocasiones puede llegar a cubrir extensiones considerables de forma continua. Los escobonales de Cytisus scoparius y los jarales de Cistus ladanifer y Cistus laurifolius son los matorrales dominantes. Los usos ganaderos de buena parte del territorio favorecen el desarrollo de extensos pastizales de diferente naturaleza como vallicares, majadales y berceales. En la sierra nacen varios arroyos que pueden presentar algunos tramos con sotos relativamente bien conservados. Leer más
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Cerro de Guisando |
Zonas de Especial Conservacion (Directiva Habitat) (Categoría UICN: No aplica) |
Este espacio abarca el extremo oriental del macizo de Gredos. Se trata de un cerro granítico, de relieves poco pronunciados, que se eleva hasta los 1.300 metros de altitud. El Espacio se encuentra caracterizado por albergar importantes formaciones de pinares de pino resinero (Pinus pinaster), sobre todo en su cara norte. Estos pinares pueden aparecer formando masas mixtas con frondosas en las que aparecen también hábitats azonales como roquedos y pequeñas turberas, dando paso en las caras sur y este a formaciones dominadas por encinares (Quercus ilex) acompañados de enebros de miera (Juniperus oxycedrus) y cornicabras (Pistacia terebinthus) tanto de carácter denso como aclaradas en las zonas de relieve menos pronunciado, donde forman mosaicos adehesados con pastizales y matorrales mediterráneos.
Las cotas más altas están ocupadas por matorrales densos y pastizales de montaña, mientras que en los piedemontes se alternan encinares, melojares (Quercus pyrenaica), fresnedas (Fraxinus angustifolia) y castañares (Castanea sativa) en las zonas más húmedas. Entre las formaciones de matorral destacan los escobonales de Cytisus scoparius con Genista falcata que acompañan a los castañares y melojares y cubren los claros de suelos profundos, y por ser hábitat de importancia comunitaria los matorrales retamoides dominados por la retama (Retama sphaerocarpa). En la garganta de la Yedra y en los tramos incluidos de los arroyos Avellaneda y Tórtolas se pueden encontrar importantes alisedas (Alnus glutinosa). Leer más
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A continuación, se ofrecen distintos enlaces de descarga de la cartografía en formato Shapefile.
Si lo desea puede descargar la cartografía completa de los distintos grupos de Espacios protegidos:
O también tiene la opción de descarga, en el mismo formato, de la selección aplicada en los filtros de su izquierda:
El sistema de referencia nativo de los datos es WGS 84 (CRS84) en coordenadas geográficas - EPSG 4326.
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